Pastilla del día después: cómo tomarla, efectos secundarios y precio

La farmacéutica comunitaria Pilar Labat explica que se trata de una medida de urgencia y no de un método anticonceptivo.

Pastilla del día después.
Pastilla del día después.
V. M.

La famosa píldora del día después ya se da gratuitamente en los centros de salud, y debe estar disponible en las farmacias. Así lo determina el proyecto de reforma de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, aprobado en Consejo de Ministros el pasado 17 de mayo. Desde 2009 las farmacias españolas tienen la obligación de vender la pastilla sin receta (cuestan entre 20 y 30 euros), algo que sigue vigente; dependiendo de cada autonomía, se puede adquirir gratuitamente también en centros de salud, centros de planificación familiar y algunas urgencias.

A la hora de analizar la efectividad de esta píldora y valorar los posibles efectos secundarios de su uso, la farmacéutica comunitaria zaragozana Pilar Labat, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza y licenciada en Ciencia y Tecnología de la Alimentación, aclara que hay que tener muchas cosas en cuenta antes de plantearse su uso, que por lógica siempre tiene un factor de urgencia.

“Actualmente -explica Labat- hay dos principios activos que tienen esta indicación. Uno es el levonogestrel de 1,5 miligramos en una sola dosis, y el acetato de ulipristal de 30 miligramos, también monodosis. Los dos actúan de la misma manera; este principio activo retrasa la ovulación. En el caso de que haya fallado el sistema anticonceptivo empleado por uno o ambos miembros de la pareja, esta píldora evita el encuentro entre el espermatozoide y el óvulo. Por esto mismo no es una píldora abortiva, hay que desterrar ese concepto”.

Efectividad de la píldora del día después

Pilar Labat aclara que no hay preferencias por una u otra opción. “La diferencia entre los dos principios activos es que el levonogestrel, el primero que salió, tiene efectividad en las siguientes 72 horas, mientras que el acetato de ulipristal amplía esa efectividad a los cinco días. Cuando la toma de la pastilla es muy cercana a la práctica sexual de riesgo, su efectividad roza el 100%; nunca es pleno, porque pueden influir otros factores, pero sí se puede hablar del 99% en las primeras 24 horas. Cuando más lejana en el tiempo es la ingesta de la pastilla al acto sexual de riesgo, la efectividad baja, lógicamente. Además, si ovulas en esos días, como lo que hace la píldora es retrasar la ovulación, no es eficaz”.

El momento clave: la ovulación

En un ciclo menstrual idóneo, de 28 días, la ovulación suele llegar a la mitad del intervalo, hacia el día 14. El ovario desprende un óvulo, que recorre las trompas de Falopio; en ese trayecto, si se encuentra un espermatozoide, el óvulo es fecundado y quedará anidado en el útero, desarrollándose un embarazo. “Si entre el día 14 y el 28 no ha habido una fecundación, el vigesimoctavo día llega la menstruación. Si tomas una píldora del día después y la ovulación llega el día número 20 en vez del catorce, la regla se retrasará igualmente, unos cuatro días, sin que haya ninguna otra reacción corporal. Si la práctica sexual de riesgo ha sido en el día 25 y la tomo el 26, la regla llegará el día previsto. Cuando el retraso en la regla ya es de una semana, lo lógico es hacerse una prueba de embarazo”.

Efectos secundarios de la pastilla del día después

En cuanto a los efectos secundarios, Pilar Labat no reseña ninguno especial. “Como cualquier pastilla administrada por vía oral, puede traer algún problema digestivo o náusea. En mi protocolo de dispensación de esta píldora recomiendo tomarla con algo sólido, en vez de emplear solamente agua. Es además una situación en la que normalmente ella está nerviosa, y eso influye”.

En cuanto a la dispensación, Labat cree que “conviene preguntar a la usuaria si su última regla fue normal, saber si no hubo un embarazo previo. También hay que avisar de alergias, por si existe alergia a un producto que tenga relación con éste. Es correcto que se pueda dar sin receta por esta ausencia de efectos secundarios, pero hay que informar bien a quienes la empleen. El farmacéutico también debe preguntar si la mujer está tomando alguna medicación, porque puede bajar la efectividad de lo que tomas al usar esta píldora. Las principales interacciones pueden ocurrir con los inductores enzimáticos, como los antiepilépticos, aunque personalmente no he encontrado nunca un caso así”.

No es un anticonceptivo

Labat recuerda igualmente que a esta píldora no debe considerársele como anticonceptiva. “Como su nombre indica, es una píldora de urgencia porque algo ha fallado, su existencia no es una invitación a practicar sexo sin protección una noche y tomarla acto seguido o al día siguiente. Tampoco es una emergencia, simplemente una urgencia. Si una persona tiene prácticas sexuales habitualmente debe tener algún método anticonceptivo claro, no solo por el embarazo, sino para prevenir las enfermedades de transmisión sexual o ETS, que están subiendo en número. Un preservativo es fundamental, sobre todo en gente joven”.

Un último tema preocupa a las usuarias potenciales y sus parejas es la frecuencia recomendable de uso de este método. “Se recomienda que si en un mes hay que tomarlo más de una vez, no se cambie de principio activo; si se elige uno, hay que repetir con él”, concluye la farmacéutica.  

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