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La lista de ingredientes que pueden ser tóxicos en cosméticos, según la OCU

El riesgo se incrementa en aquellos productos que no necesitan aclarado, como las cremas y desodorantes, y sobre todo cuando los usan embarazadas y niños pequeños.

Si los cosméticos aún conservan el precinto pueden devolverse.
Cosméticos.
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Los productos cosméticos, de uso habitual para proteger, limpiar y cuidar la piel, el cabello o las uñas, tienen una composición química compleja que, en ocasiones, puede ser dañina para el cuerpo humano, sobre todo para las personas más sensibles. . 

El etiquetado de ingredientes suele estar inundado de nombres en inglés o en latín difícil de descifrar.  No obstante, algunos conviene apuntarlos, como la lista de nueve ingredientes que, estando permitidos, comparten un riesgo medio/alto de toxicidad. Así lo advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a partir de los informes del Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (SCCS), una de las principales fuentes de información de la Comisión Europea a la hora de introducir cambios en la Directiva de Cosméticos. 

 

¿Qué ingredientes se deben evitar, sobre todo las personas sensibles?

Los ingredientes más problemáticos, según el SCCS, son los siguientes, en particular conservantes, filtros solares o fragancias:

Conservantes

Triclosan. Este conservante puede contribuir a la aparición de resistencias bacterianas, además de alterar el sistema hormonal, y es peligroso tanto en productos sin aclarado, como con aclarado.

Butylated hidroxyanisole (BHA). Es un conservante habitual en barras de labios y cremas hidratantes, posible carcinógeno.

Butylparaben y Propylparaben. Estos ingredientes pueden alterar el equilibrio hormonal.

Filtros UV

Benzophenone-1 y Benzophenone-3. Estos son dos filtros solares UV con potencial alergénico y fotoalergénico y posibles efectos como disruptores endocrinos.

Ethylhexyl methoxycinnamate. En concentraciones altas puede ser responsable de posibles efectos como disruptor endocrino.

Homosalate. En concentraciones altas, se le relaciona con posibles alteraciones endocrinas.

Fragancias

Butylphenyl methylpropional (o lilial). Esta es una fragancia sospechosa de afectar a la fertilidad e inducir problemas de sensibilización de la piel.

El hidroxyisohexyl 3-cyclohexene carboxaldehyde se prohibió hace unos meses, por el riesgo de desencadenar alergias, pero aún podría encontrase en algún cosmético.

El riesgo siempre es mayor cuando están presentes en cosméticos que no necesitan aclarado, como las cremas y desodorantes, o cuando los utilizan personas más sensibles, como niños pequeños o mujeres embarazadas.

Desde la organización de consumidores se señala que no es lo mismo aquellos productos con aclarado que los que no llevan aclarado, porque no es lo mismo que la sustancia permanezca durante horas en contacto con la piel, como sucede con una crema corporal o facial, el desodorante... a que se retire con agua al aclararlo, como el gel o champú. En este último caso, el agua elimina riesgos. 

Sustancias que no son tan nocivas como se pensaba 

El aluminio y sus sales (aluminum o aluminium chlorohydrates) se utilizan para evitar la transpiración. En el año 2000, a raíz de un estudio, se empezó a sugerir una posible relación no confirmada entre estos compuestos y el cáncer de mama y eso hizo saltar las alarmas. Sin embargo, las investigaciones posteriores lo han desmentido: ni contribuye a aumentar el riesgo de cáncer de mama ni tampoco el de enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer o el parkinson.

El Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (SCCS) considera que el empleo de compuestos de aluminio es seguro en las concentraciones en las que se usan actualmente en los desodorantes o antitranspirantes (10% si se aplican con aerosol; 6% en el resto de formatos).

El phenoxyethanol es un conservante que a menudo se utiliza como alternativa a los parabenos. En 2012, las autoridades francesas pusieron en entredicho su seguridad sobre todo en productos para bebés. Cuatro años después, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores indicó que es seguro siempre que se use con una concentración máxima del 1%. No se ha notificado ninguna alteración hormonal ni toxicidad para la reproducción, ni efectos mutagénicos o genotóxicos.

El dióxido de titanio (titanium dioxide). En la mayoría de los usos en cosméticos esta sustancia no plantea problemas, pero no se recomienda en productos que se puedan inhalar (como en las cremas solares en espray) o ingerir (como en los labiales o dentífricos).

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