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Qué es la parálisis de Bell vinculada en casos aislados a la vacuna de Pfizer
Se confirma el primer caso de parálisis facial inmediatamente después de inocularse cada dosis de Pfizer.
El caso de un paciente que sufrió dos parálisis faciales tras inocularse la vacuna de Pfizer-BioNTech, autorizada el 21 de diciembre de 2020, se relaciona con la parálisis de Bell, según publicaron en julio de 2021 los médicos en la revista 'BMJ Case Reports'. La parálisis unilateral del nervio facial, en la que los músculos de un lado de la cara se paralizan o se debilitan, se produjeron cinco horas después de la primera dosis y, un episodio más grave de parálisis en el lado izquierdo de la cara dos días después de recibir la segunda dosis de la vacuna de este laboratorio.
El paciente tenía un IMC elevado, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes de tipo 2. Acudió al servicio de urgencias tras los dos episodios donde se le diagnosticó parálisis de Bell y fue dado de alta con un tratamiento de esteroides. Además, tras la segunda parálisis se le remitió a la clínica de urgencias de otorrinolaringología, que continuó con los esteroides y le remitió a oftalmología.
"Que ocurrieran los episodios inmediatamente después de cada dosis de la vacuna sugiere fuertemente que la parálisis de Bell se atribuyó a la vacuna de Pfizer-BioNTech, aunque no se puede establecer una relación causal", dicen los autores.
Qué es la parálisis de Bell y cuáles son sus síntomas
Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, la parálisis de Bell es una forma de parálisis facial temporal que se presenta como resultado de una lesión o trauma en el séptimo par craneal, uno de los nervios faciales. Una parálisis del nervio facial de causa desconocida que suele afectar únicamente a un lado de la cara. Los síntomas incluyen debilidad repentina en un lado de la cara, párpado o esquina de la boca caídos, babeo, alteración en el gusto, lagrimeo excesivo e incapacidad para cerrar el ojo o la boca. Los síntomas se presentan de repente y alcanzan su punto máximo en un plazo de 72 horas. Estas manifestaciones pueden causar una discapacidad temporal importante, que afecta a la expresión facial y a la capacidad de comer o beber.
La mayoría de los casos se recuperan espontáneamente con el tiempo. Los factores de riesgo son la diabetes, la obesidad, la hipertensión, el embarazo, la preeclampsia y las enfermedades de las vías respiratorias superiores como, por ejemplo, en personas con gripe o un resfrío.
Tratamiento de la parálisis de Bell y curación
La medicación que aumenta la probabilidad de recuperación se basa en un tratamiento con esteroides. Los medicamentos antivirales también ayudan con la recuperación de la función del nervio facial. Los analgésicos como la aspirina, el paracetamol o el ibuprofeno pueden aliviar el dolor. Es vital mantener el ojo húmedo y protegerlo de detritus y lesiones, especialmente por la noche. Se recomienda utilizar gotas lubricantes para ayudar a que se humedezcan los ojos.
Antecedentes de parálisis durante los ensayos clínicos de Pfizer y AstraZeneca
Ya en los ensayos clínicos iniciales de las tres principales vacunas frente a la covid-19 aprobadas para su uso en el Reino Unido (Pfizer-BioNTech, Moderna y Oxford/AstraZeneca) se notificaron episodios únicos de parálisis unilateral del nervio facial, y ha habido informes de casos posteriores.
En los ensayos de fase 3, se notificaron cuatro casos de parálisis facial de causa desconocida en voluntarios que recibieron la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech, en comparación con ninguno en los que recibieron la vacuna placebo, y se notificaron tres casos en voluntarios que recibieron la vacuna de ARNm de Moderna, en comparación con uno en el grupo placebo.
También se notificaron tres casos de parálisis del nervio facial en voluntarios que recibieron la vacuna Oxford/AstraZeneca durante los ensayos clínicos, y hubo tres casos en voluntarios que recibieron la vacuna placebo.
