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Por qué vacunarse contra la gripe el año de la covid-19

Este año es especialmente importante vacunarse contra la gripe para reducir las complicaciones que causará a la población más vulnerable y sus contactos la coincidencia en el tiempo de esta epidemia y la covid-19.

Ramiro Fuente
El personal sanitario ha comenzado este 5 de octubre a vacunarse de la gripe.
El personal sanitario ha comenzado este 5 de octubre a vacunarse de la gripe.
Toni Galán

El inédito arranque de una campaña de vacunación contra la gripe condicionada por la pandemia de la covid-19 ha alimentado dudas en la población sobre cómo actuar en estas circunstancias, que se suman a los mitos existentes desde hace años sobre la supuesta ineficacia y los falsos peligros de las vacunas.

En qué consisten y para qué sirven

Las vacunas son productos biológicos compuestos por microorganismos que se administran para prevenir enfermedades infecciosas en personas susceptibles de padecerlas. Recrean la enfermedad sin producir la infección y estimulan así el sistema inmunitario para desarrollar defensas que eviten la dolencia.

Según subraya el Ministerio de Sanidad, vacunarse es "la mejor estrategia para prevenir el impacto de la gripe en población vulnerable", tanto en mortalidad como en hospitalización.

Hasta 650.000 personas pueden morir cada año en el mundo a causa de la gripe, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, durante la temporada 2019-2020 la cifra de fallecidos atribuible a esta enfermedad ascendió a 3.900, con 619.000 casos confirmados en atención primaria, 27.000 hospitalizaciones y 1.800 ingresos en unidades de cuidados intensivos (UCI).

Entre los mayores de 64 años, la vacuna evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de los fallecimientos atribuibles a la gripe. Y eso sin que se llegara a vacunar más del 54 %.

Por qué es importante vacunarse ahora

Este año es especialmente importante vacunarse contra la gripe para reducir las complicaciones que causará a la población más vulnerable y sus contactos la coincidencia en el tiempo de esta epidemia y la pandemia de covid-19, así como para evitar la sobrecarga del sistema sanitario.

Los expertos consultados coinciden en que, si a la sobrecarga asistencial y de ingresos hospitalarios y en UCI por la pandemia se suma la derivada de población vulnerable ante la gripe que no se vacune -especialmente personas de edad avanzada y con enfermedades crónicas-, el sistema sanitario sufrirá un mayor estrés que puede ocasionar momentos puntuales de colapso.

Asimismo, esta coincidencia de gripe y covid-19 puede crear "problemas de diagnóstico diferencial" que no se producirían si los colectivos vulnerables se vacunan, tal como advierte el doctor Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV) y jefe de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario.

García Rojas destaca igualmente la necesidad de evitar los riesgos de "coinfección", ya que es posible padecer una gripe y contraer mientras tanto la covid-19.

"Si una persona contrae las dos enfermedades el riesgo de morir es más del doble que si solo padece la covid"

Evitar que enfermos de la covid-19 dupliquen su riesgo de morir

En el mismo sentido, la coordinadora del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Ángela Domínguez, alerta de que "si una persona contrae las dos enfermedades el riesgo de morir es más del doble que si solo padece covid" y recuerda que los grupos de población con mayor riesgo de complicación y gravedad prácticamente coinciden en los dos casos.

"Tanto desde el punto de vista de carga de enfermedad global como desde el punto de vista individual, es muy conveniente que estén vacunados", insiste Domínguez.

Ese escenario inédito ha llevado también a la Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) a recomendar que se vacunen todos los niños a partir de seis meses de edad y no solo los que se encuentren en situación de riesgo por una patología pulmonar o inmunológica.

En una entrevista, el presidente de la Sepeap, Fernando García-Sala, alertaba sobre la importancia de esta vacunación universal en niños porque la gripe "es una enfermedad vírica que se va a confundir mucho con la covid-19" y, si el menor está vacunado, el pediatra puede descartar un diagnóstico para centrarse en otro.

Quiénes deben vacunarse

En estos momentos, las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación antigripal para cuatro grupos de población, el primero de ellos el de personas mayores, preferentemente a partir de 65 años, con especial énfasis en quienes conviven en residencias.

En el caso de las personas con edades entre seis meses y 65 años, la recomendación va dirigida a quienes están expuestos a un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe "por presentar alguna condición o enfermedad de base".

Las autoridades sanitarias aconsejan igualmente la vacuna para las personas que pueden transmitir la gripe a quienes muestran un "alto riesgo de presentar complicaciones" y para el personal de centros sanitarios y sociosanitarios, así como para "ciertos grupos considerados esenciales".

¿Pueden vacunarse las embarazadas? Sí, en cualquier trimestre de gestación. Y es recomendable porque proporciona un triple efecto de protección para la madre, el neonato y el lactante en sus primeros meses. También pueden hacerlo los alérgicos al huevo y es aconsejable que lo hagan las personas inmunodeprimidas.

Por el contrario, la vacunación antigripal está contraindicada para niños menores de seis meses y personas alérgicas a los principios activos o a algún componente de la vacuna, mientras que quienes tengan fiebre o padezcan una infección aguda habrán de posponer su administración.

Por qué esta campaña es distinta 

Las principales novedades de la campaña de vacunación para la temporada 2020-2021 vienen condicionadas por la pandemia de la covid-19. Para prevenir la coincidencia de ambas enfermedades, su inicio se ha adelantado en España a la primera quincena de octubre (salvo Andalucía, que arrancó a final de mes), cuando lo habitual era no empezar a administrar las vacunas hasta la segunda quincena.

Además, el Ministerio de Sanidad ha adquirido, de forma extraordinaria, más de cinco millones de dosis de la vacuna que repartirá entre las distintas comunidades autonómicas, cuyos gobiernos autonómicos ya habían reforzado por sí mismas la compra de dosis antigripales.

García Rojas recalca que, si se consigue aumentar mucho la vacunación en la población más vulnerable (en España la cobertura de ese grupo no llega al 60%, mientras que el objetivo de la OMS para mayores de 64 años es del 75%), este año se le puede dar "un golpe fuerte a la gripe", ya que su efecto se sumaría a medidas ya extendidas como el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos y la distancia física.

¿Son eficaces?

También es nueva la composición de las vacunas, ya que se actualiza todos los años en febrero para incorporar los virus que con mayor probabilidad circulan en la correspondiente temporada, según las recomendaciones de la OMS. Y esas vacunas actualizadas cada año contienen dos cepas de virus tipo A y una o dos tipo B.

Este año, "tres de las cuatro cepas que contiene la vacuna son distintas", explica la doctora Domínguez, quien detalla que son diferentes las dos elegidas de virus A (una del subtipo H3N2 y otra del H1N1) y una de las dos del virus B (del linaje Victoria).

De todas formas, aunque la OMS actualiza anualmente la composición de las vacunas en busca de la mayor eficacia, lo cierto es que el virus muta continuamente y no puede haber "seguridad absoluta de que las cepas contenidas en la vacuna sean la que van a causar la epidemia", por lo que su efectividad varia según las temporadas.

"Globalmente, la efectividad se sitúa alrededor del 60 %", indica la coordinadora del Grupo de Trabajo de Vacunas de la SEE. En mayores de 64 años, durante la temporada 2019-2020 fue del 40 % para evitar ingresos en UCI y del 26% para evitar hospitalizaciones, con datos del Centro Nacional de Epidemiología. Domínguez apunta que, al ser una enfermedad tan frecuente, con estos porcentajes ya se están "evitando muchos casos".

¿Es peligroso vacunarse?

De entrada, ninguna vacuna provoca la muerte, como quieren hacer creer numerosos contenidos falsos en redes sociales, y, además, los estrictos procesos de control y supervisión que debe superar cualquiera de ellas impiden su uso salvo que los efectos secundarios sean mínimos.

"Las vacunas son los productos farmacológicos más seguros que existen, no hay un producto con menos efectos secundarios que una vacuna", subrayaba hace unas semanas el doctor Jesús Molina Cabrillana, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.

Contra la gripe, existen vacunas "inactivadas" (compuestas por microorganismos muertos) y "atenuadas" (con virus vivos atenuados). ¿Puede entonces la vacunación causar la propia enfermedad que pretende combatir?

En España, esta temporada 2020-2021 solo se comercializan vacunas inactivadas, que no contienen virus vivos y, por tanto, no pueden provocar la enfermedad. En todo caso, la probabilidad de que una persona a la que se administrara el otro tipo de vacuna contrajera la gripe sería muy pequeña, al contener virus atenuados.

Cuáles son los posibles efectos adversos

Únicamente puede provocar reacciones locales (entre el 10 y el 60 % de los casos) o, de modo más infrecuente (al 2 % de los vacunados), fiebre, malestar o mialgia. Cuando se producen, estos síntomas se inician en las primeras 6 a 12 horas y habitualmente desaparecen al cabo de uno o dos días.

Y, cuando alguien nota síntomas catarrales después de una vacunación, puede ser a causa de otros virus respiratorios o de una gripe por un virus no incluido en la vacuna; o bien porque se infectara con la gripe antes de que la vacuna generara inmunidad (tarda unas dos semanas) o porque una eventual debilidad de su sistema inmunológico le haya impedido generar la debida protección.

En cuanto a posibles efectos adversos graves, la doctora Domínguez aclara que son muy raros e improbables (uno por cada millón o por cada tres millones de vacunados, según estudios médicos) y, además, no necesariamente se deben a la vacunación, sino que pueden ser consecuencia de enfermedades previas.

Es el caso del conocido Síndrome de Guillain-Barré (SGB), una reacción autoinmune del cuerpo a una infección que puede provocar parálisis. La experta de la SEE explica que no se ha demostrado relación causa-efecto con la vacunación y destaca que aparece con menos frecuencia en vacunados que en personas que han padecido una gripe.

Polémica tras las muertes en Corea

La recurrente controversia sobre los efectos de la vacunación se reavivó en los últimos días tras la decisión de Singapur de suspender temporalmente la administración de dos vacunas antigripales utilizadas desde septiembre en Corea del Sur, donde han fallecido cerca de sesenta personas entre las más de 8 millones que habían recibido alguna de las dos.

Las autoridades sanitarias coreanas ya aclararon el 23 de octubre que no se había encontrado ningún vinculo con las vacunas y, tres días después, precisaron que, de un total de 59 fallecidos, se había descartado a 46 que eran personas de edad avanzada con enfermedades graves y se seguía investigando la muerte de los 13 restantes.

Una de las dos vacunas, Vaxigrip Tetra, del laboratorio francés Sanofi, forma parte del actual programa de vacunación en varias comunidades autónomas españolas, al igual que en las últimas temporadas. Ni esta vacuna antigripal ni ninguna otra de las administradas en España ha presentado efectos adversos que dieran lugar a alertas sanitarias. 

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