salud mental

Zaragoza y Asapme refuerzan la atención psicológica en el estado de alarma

Se ha habilitado un teléfono (620690064) para recibir las consultas que será atendido por una trabajadora social.

La ansiedad provoca un rendimiento escolar menor y problemas de comportamiento.
El estado de confinamiento puede generar tensiones familiares y empeorar los trastornos mentales.

El Ayuntamiento de Zaragoza, con la colaboración de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme), ha reforzado la atención psíquica y psicológica a menores para atender el aumento de la demanda que puede generar el estado de confinamiento en las familias.

Si el encierro es una situación difícil de gestionar para muchas personas, lo es todavía más para aquellos niños y jóvenes que padecen algún tipo de trastorno mental y que, por tanto, son especialmente sensibles a los cambios, apuntan fuentes municipales en un comunicado. "Nuestra experiencia nos lleva a pensar que la situación empeorará con el tiempo, por lo que es importante ofrecer a las familias y a los menores un cauce para encontrar apoyo", afirma la gerente de Asapme, Ana López.

Conflictos familiares por la organización de horarios o el cumplimiento de normas; el consumo de sustancias; empeoramiento de adicciones a estupefacientes o a pantallas son algunos de los problemas que también el confinamiento puede agravar.

Por ello, el Ayuntamiento de Zaragoza en colaboración con esta asociación han diseñado un protocolo de actuación que permita coordinar los recursos de ambas instituciones con el objetivo de atender de una manera más eficaz y ágil las necesidades de la ciudadanía. Se ha habilitado un teléfono (620690064) para recibir las consultas que será atendido por una trabajadora social, quien en coordinación con la psicóloga hará un primer triaje para derivar la demanda.

Los casos de atención psicológica serán atendidas por Asapme, que pone a disposición de este convenio una trabajadora social, seis psicólogos y un psiquiatra, mientras que aquellos que presenten problemas relacionados con adicciones o de convivencia familiar serán atendidos por los servicios municipales. Las citadas fuentes apuntan que el Ayuntamiento cuenta con la Zona de Salud Joven, en la que un psiquiatra y dos psicólogos prestan atención psicológica y terapéutica a la población infanto-juvenil, también durante el confinamiento aunque de forma telemática. En 2019 atendieron a un total de 522 jóvenes.

Además, dispone también del Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones gestionado por un equipo de seis psicólogos, un psiquiatra, dos médicos especialistas en adicciones, una trabajadora social, una enfermera y tres educadoras que atienen al año a más de un millar de personas.

El programa puesto en marcha con Asapme se dirige a menores con trastorno mental, como puede ser déficit de atención; hiperactividad; anorexia, bulimia; depresión o esquizofrenia, entre otras, y a aquellos que no presenten patologías previas, pero sí alteraciones debido a la situación y se tratarán también las conductas adictivas. El protocolo va dirigido también a las familias que estos días tengan problemas de convivencia, a las que se prestará herramientas emocionales para mejorar la comunicación intrafamiliar.

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