Una de las cuestiones estéticas que más preocupa a quienes la padecen es la caída del cabello. Además, aunque la pérdida puede producirse en cualquier época del año, el otoño es la estación en la que se recrudece este problema. Según los expertos, de manera natural, los humanos pierden entre 100 y 150 cabellos al día, de los alrededor de 100.000 que pueblan la cabeza.

¿Se trata de una caída puntual o debería preocuparse?

Mientras que la caída estacional del cabello es más intensa durante el lavado y el cepillado del mismo, la mayoría de las patologías asociadas a este problema provocan una pérdida lenta y continua, por lo que no existen momentos concretos ni situaciones que la propicien.

La caída puntual y limitada en el tiempo se conoce como efluvio telógeno y no requiere de tratamiento, ya que se recupera de forma natural. Cuando existen factores concretos que favorecen la aparición de este problema, como el estrés o el embarazo, sí que es recomendable acudir a un especialista para resolver el problema.

Por otro lado, si el afectado observa una pérdida excesiva y mantenida del cabello, si la densidad ha disminuido, el cuero cabelludo ha empezado a clarear o el pelo está más fino y débil, deberá visitar al dermatólogo.

Además de estas, algunas de las señales de alarma a las que hay que estar atento son la caída acompañada de pérdida de pelo en las cejas o las pestañas, si la caída deja calvas circulares por distintas zonas del cuero cabelludo, si existe picor en la zona donde se nota menos densidad, si la pérdida afecta sobre todo a la línea de implantación frontal, si en la zona donde se está perdiendo pelo existe rojez o inflamación o si el área donde se ha perdido pelo está bien delimitada y tiene aspecto de cicatriz.

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