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Cómo frenar el desarrollo de alergias y dermatitis atópica

Hidratar y cuidar la piel desde el nacimiento puede prevenir la aparición de estas afecciones.

Las alergias a los alimentos, las anafilaxias, la dermatitis atópica y el asma alérgico se presentan con mayor frecuencia en la población infantil.
Las alergias a los alimentos, las anafilaxias, la dermatitis atópica y el asma alérgico se presentan con mayor frecuencia en la población infantil.
Fotolia/SINC

Los cuidados de la piel desde el nacimiento pueden evitar dermatitis atópica y alergias futuras en niños con riesgo, según ha asegurado la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).

Entre el 15 y el 20 por ciento de la población infantil sufre dermatitis atópica en España, cifra que se ha incrementado en los últimos años y que puede seguir en aumento durante los próximos si no se toman las medidas adecuadas de prevención en los casos de riesgo, según han explicado desde la sociedad.

La dermatitis atópica suele comenzar en la infancia y perdurar hasta la edad adulta en los casos más graves. "Además de condicionar de manera notable la calidad de vida de los niños que la sufren, suele ser el primer paso para el desarrollo de otras enfermedades atópicas, como la rinoconjuntivitis alérgica, el asma o la alergia alimentaria", según ha asegurado la presidenta de SEICAP, la doctora Mercedes Escarrer.

Los cuidados de la piel en bebés comprenden la hidratación de la misma con el uso de cremas emolientes y humectantes para evitar la piel seca y la aparición de eccema. "Diversos estudios han demostrado que las anomalías en la barrera cutánea facilitan la penetración de alérgenos en la piel con mayor predisposición a la irritación y a la posterior inflamación cutánea", por ello, si se mantiene la piel hidratada "mantendremos en equilibrio la barrera cutánea y evitaremos que la atopía evolucione a una enfermedad crónica como la dermatitis atópica", ha subrayado la doctora.

Asimismo, las enfermedades alérgicas en general y la dermatitis atópica en particular han sufrido un incremento en su prevalencia en los últimos años. Un documento de posicionamiento de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI, por sus siglas en inglés) apunta como responsables a las exposiciones ambientales y a la alteración en determinados hábitos de estilo de vida. Además, señala el efecto inmunorregulador de los ácidos grasos en la dieta, lo que puede influir en el desarrollo de respuestas inmunitarias inflamatorias.

"Por diversas circunstancias la función barrera de la piel se altera, lo que favorece la entrada de alérgenos en la dermis causando inflamación", ha explicado la presidenta de la sociedad. Además, los últimos estudios apuntan a que las alteraciones en la barrera de la piel desempeñan un papel importante en la fase de inicio de la dermatitis atópica.

Por este motivo, "se ha profundizado en el estudio de cómo una mejora en la función de la barrera disminuiría la sensibilización de neumoalérgenos a través de la piel y disminuiría la incidencia del eccema", por lo tanto, en niños con predisposición alérgica y riesgo de atopía "estos cuidados de la piel resultan fundamentales", ha concluido la doctora.

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