Tercer Milenio

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Madres y bebés sincronizan sus ondas cerebrales para el aprendizaje social

Según un estudio, los pequeños se acompasan literalmente con sus progenitoras cuando están aprendiendo sobre su entorno social.

La alternativa es adelantar la baja por maternidad a antes de dar a luz.
Científicos hallan sincronía neural de bebés y sus madres sobre el aprendizaje del entorno social.
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Los padres a menudo sienten que no están 'en la misma onda' que sus hijos, pero resulta que, al menos en el caso de los bebés, sus ondas cerebrales se sincronizan literalmente con sus madres cuando están aprendiendo sobre su entorno social. En un estudio que se presenta en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia Cognitiva (CNS, por sus siglas en inglés), que se celebra esta semana en San Francisco, California, Estados Unidos, los investigadores encontraron que la actividad neuronal de los bebés se sincroniza con las predicciones de sus madres sobre cómo de bien aprenden las señales sociales sobre los juguetes nuevos.

"A pesar del hecho de que es un mecanismo de aprendizaje tan poderoso, sorprendentemente se sabe poco acerca de cómo el cerebro humano realiza el aprendizaje social", dice un miembro del equipo investigador, Victoria Leong, de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra. "Cuando nos conectamos neuronalmente con otros, nos estamos abriendo a recibir información e influencia de otros", añade.

En un conjunto de nuevos trabajos que se presentan en la reunión de la CNS, los neurocientíficos cognitivos están empezando a arrojar luz sobre el cerebro social y nuevas formas de estudiarlo. "Somos una especie masivamente social y, sin embargo, el campo de la neurociencia se ha centrado en el cerebro de forma aislada", señala la investigadora Thalia Wheatley, de 'Dartmouth College', en Nuevo Hampshire, Estados Unidos, quien está presidiendo un simposio sobre el tema en la reunión de la CNS. "Hay una gran brecha en el conocimiento sobre cómo funcionan nuestros cerebros en concierto con otras mentes", añade.

Insatisfecha por los estudios clásicos de neuroimagen que ponen a las personas en oscuras, ruidosas y aisladas máquinas de escaneo cerebral para entender la mente humana, Wheatley está trabajando para encontrar nuevos métodos para entender cómo se comportan los cerebros en un contexto social. Los cerebros sociales interactúan como un baile, dicen Wheatley y Leong, donde los compañeros toman sus propios pasos, pero se mueven en concierto, ajustándose y adaptándose continuamente.

Conexión madre-bebé

En la reunión de la CNS, los científicos presentaron trabajos sobre las conexiones madre-niño y otras conexiones sociales, así como sobre cómo incluso las moscas de la fruta tienen vidas sociales vívidas que requieren una nueva comprensión neuronal. "No hay un sustituto para estar físicamente presente y en el momento de conectarse con un bebé". Ese es el mensaje clave que surge del nuevo trabajo de Leong y sus colegas.

En el estudio, su equipo observó cómo las respuestas emocionales de las madres hacia los juguetes nuevos afectaban a las decisiones de sus bebés de interactuar con los juguetes. Los bebés que llevaban tecnología EEG inalámbrica veían a sus madres, que también llevaban EEG inalámbrica, mostrar una emoción positiva, por ejemplo, sonriendo y diciendo "me gusta esto", o una emoción negativa hacia un objeto, por ejemplo, frunciendo el ceño y diciendo "no me gusta esto". Los bebés entonces elegirían con qué objeto jugar.

Los científicos analizaron si el nivel de "sincronía neural" entre la madre y el bebé predijo cómo respondería el bebé a un juguete. "Encontramos que una sincronía neural más fuerte predecía una mayor probabilidad de aprendizaje social por parte del niño", dice Leong. La sincronía neural es cuando las ondas cerebrales de dos personas siguen patrones predecibles entre sí. Los autores detectaron que las señales sociales como el contacto visual se asociaron con una mayor sincronía y un mejor aprendizaje social, aunque Leong dice que todavía hay mucho trabajo por hacer para separar exactamente qué conduce a la sincronía neural.

El trabajo de EEG con bebés es un desafío, dice Leong, pero es gratificante. "Si están listos e interesados en la tarea, los datos resultantes son como néctar puro. Sientes como si te hubieran otorgado acceso exclusivo entre bastidores a uno de los 'reality shows más emocionantes del planeta' -describe Leong-. Pero, por otro lado, si tienen dolor de tripa, o están en plena fase de dentición, o simplemente prefieren que los dejen solos, este sentimiento se expresa en voz alta, firme y con mayor urgencia".

Para Leong, el trabajo tiene gran importancia para el aprendizaje en el aula, la vinculación social y los trastornos del desarrollo. "Me interesa comprender qué sucede cuando los padres o los niños no se sincronizan entre sí, lo que puede ocurrir en ciertas dificultades de salud mental y trastornos del desarrollo, y el impacto que esto podría tener en el aprendizaje y el desarrollo a largo plazo", explica.

Bonos comunes

"El objetivo general del simposio es mostrar que nosotros y otras especies somos sociales y que hay algo realmente importante en cuanto a mirar un cerebro en su contexto social", dice Thalia Wheatley, de Dartmouth. "No podemos entender completamente la mente humana o cualquier otra mente social sin entender lo que sucede en la interacción", añade.

Aunque los humanos son una especie social indiscutible, una cantidad cada vez mayor de investigación también muestra sociabilidad en especies inesperadas. "La mayoría de la gente no piensa en las moscas de la fruta, por ejemplo, como algo social", afirma Wheatley.

Pero, como Giovanni Bosco, también de 'Dartmouth College', presenta en CNS, las moscas de la fruta se comunican entre sí con sus patrones de alas, y entender su comunicación es clave para comprenderlas. "Muchos paradigmas de comportamiento de la mosca de la fruta deben revisarse dada nuestra nueva apreciación de cómo de sociales son estos animales", dice Bosco, porque las moscas de la fruta usadas en la investigación se crían de forma aislada y luego no se comportan como lo harían en la naturaleza. Se necesitan nuevos métodos para comprender mejor la mente social a través de las especies, dice Wheatley. De hecho, según Leong, comprender las señales neuronales interpersonales es "una nueva frontera que está madura para explorar". Wheatley está trabajando actualmente en un nuevo método que permite a las personas en los escáneres fMRI comunicarse entre sí al mismo tiempo a través de diferentes sitios. "Estamos entusiasmados con la creación de nuevas herramientas que abrirán nuevas formas de estudiar el cerebro en interacción", concluye.

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