¿Sabes que llevas respirando mal casi toda tu vida?
Una incorrecta oxigenación del cuerpo puede dificultar la digestión y favorecer la aparición de problemas del sistema nervioso y respiratorio.
Según una investigación reciente realizada en Estados Unidos solo el 10% de los adultos respira con todo su potencial. Al tratarse de un acto reflejo, rara vez nos paramos a pensar si lo estamos haciendo bien, a pesar de las múltiples ventajas que la respiración completa tiene para el organismo.
Cuando los pulmones funcionan a pleno rendimiento, el cuerpo humano se oxigena mejor, beneficiando al corazón y a las células; se evitan cuadros de estrés y de ansiedad; la digestión se hace menos pesada e incluso ganamos en vista y olfato. Además, según otra investigación japonesa, concentrarse en la respiración durante unos minutos mejora el estado de ánimo. Una sencilla prueba (siguiendo los pasos que aparecen a continuación) basta para comprobar esta afirmación.
Cómo respirar correctamente
¿Por la nariz o por la boca? A través de las fosas nasales, el aire se humidifica y se calienta y se filtra. Respirar únicamente a través de la boca provoca que las vías se inflamen con más frecuencia. Por ello, conviene llenar nuestros pulmones por la nariz y vaciarlos por la boca. Como un bebé. Cuando se observa la respiración de un niño pequeño, el abdomen se llena de aire y se infla cada vez que inhala y se desinfla cada vez que exhala. Este mismo gesto es el que deberíamos realizar para que nuestro sistema respiratorio funcione a pleno rendimiento. Entrenamiento. Una vez comprendidos los dos puntos anteriores, conviene tomar aire por la nariz, retenerlo durante 3 segundos y soltarlo poco a poco por la boca. Dedicando unos minutos al día a realizar este sencillo ejercicio, nuestro organismo lo hará después de forma automática, mejorando así nuestra respiración. Consejos prácticos. Para mantener una buena salud pulmonar también es muy importante no fumar y ejercitar los músculos torácicos, además de recurrir a ayuda profesional en caso de realizar actividades deportivas o disciplinas de relajación como yoga o taichi.- Ir al suplemento de salud