¿Por qué no debería combinar estos alimentos si quiere mantener la línea?

Una buena alimentación no solo consiste en elegir alimentos saludables y de temporada, también hay saber cuál es el mejor momento del día para disfrutarlo.s

Aprender a combinar los alimentos es importante para asegurar una buena digestión.
Aprender a combinar los alimentos es importante para asegurar una buena digestión.

Con la llegada del verano, la preocupación por mantener una alimentación saludable que, además de permitirnos lucir tipazo, nos ayude a combatir el calor aumenta (y mucho). Así, ensaladas, cremas frías y recetas basadas en la huerta de proximidad se convierten en las protagonistas de la mesa (o de la toalla, si estamos en playa o en la piscina). Sin embargo, en nuestro intento por comer mejor, podemos caer en algunos errores importantes, como, por ejemplo, combinar alimentos que, más allá de maridar bien o no, debido a su naturaleza química, pueden sentarnos muy mal.

Según indican diversos estudios, cada nutriente se procesa en un tramo determinado del sistema digestivo, siendo tratado de forma diferente según su naturaleza química. Por eso, hay que tener cuidado con los alimentos que se mezclan, ya que una mala combinación puede perjudicar la digestión de otros, alterar las bacterias del intestino, producir molestias o, incluso, hacer ganar peso.

Aunque lo más recomendable es acudir a un médico especialista que pueda estudiar cuáles son los grupos alimentarios de los que nos conviene prescindir en cada caso, hay ciertas combinaciones de las que siempre conviene alejarse. ¿Sabes cuáles?

No debería combinar...

Zumo de naranja.

En el desayuno...

... zumo de naranja y cereales. Los ácidos de las frutas tienen la capacidad de perjudicar a las enzimas encargadas de digerir los almidones de los cereales. Un bol de yogur, con avena y arándanos es así un desayuno delicioso pero mal combinado, pues es mejor tomar la fruta en una primera ingesta y, pasados unos minutos, proceder a disfrutar de los dos primeros.

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Melón.

De postre...

... melón. A más de uno le habrá ocurrido que, después de disfrutar de una cata de melón bueno, el reflujo hace acto de presencia durante una o dos horas. Esto se debe a que la ingesta de esta fruta después de una comida puede provocar la fermentación en el tracto digestivo del resto de alimentos, lo que se traduce en una sensación de hinchazón y posibles flatulencias.

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Imagen de archivo.

Para cenar...

... pizza y refresco. Después de un día de trabajo agotador, la pizza se presenta como un manjar delicioso que, acompañado de un refresco con hielos, ayuda a alejar el cansancio y la apatía durante algunos minutos. El problema es que, además de ser dos alimentos muy calóricos, sus altos niveles de azúcar y carbohidratos dificultan que el cerebro active la sensación de saciedad y se coman descontroladamente mucho más de la capacidad estomacal de cada uno.

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