El sexo da sueño a un 80% de los hombres y activa a las mujeres
Un psicólogo explica que existe una relación entre la calidad del sueño y la vida sexual.

El profesor Juan Carlos Sierra, titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada, ha señalado que, en el 80% de los casos, los hombres se duermen profundamente después de tener sexo, frente al 46% de las mujeres, mientras que el resto se mantienen más activas y despiertas.
"El sueño y la sexualidad tienen una estrecha relación, más allá de formar parte del grupo de necesidades fisiológicas básicas del ser humano. La buena calidad del sueño y la vida sexual son clave para una salud y vida óptima. Numerosos estudios confirman que dormir poco y mal se acompaña habitualmente de pérdida del deseo sexual y de una menor capacidad para excitación sexual. Se debe, entre otras razones, a las alteraciones hormonales que provocan los trastornos del sueño. Mantener relaciones sexuales disminuye el estrés, relaja e induce al sueño más placentero", explica este experto.
Así, Juan Carlos Sierra detalla que, mientras ellas liberan unas sustancias que les propicia el acercamiento al vínculo, a la proximidad con su pareja e incluso mantener nuevamente relaciones sexuales, los hombres suelen experimentar somnolencia tras el orgasmo, "pudiendo llegar a quedarse dormidos".
"A diferencia de la mujer, el hombre después de un orgasmo entra en una fase refractaria, caracterizada por la saciedad sexual. Esta somnolencia, e incluso sueño, es consecuencia de procesos que se producen a nivel cerebral y de la descarga de dos hormonas facilitadoras del sueño: la oxitocina y la serotonina. Por su parte, la liberación de otra hormona, la prolactina, durante el orgasmo conduce a la sensación de saciedad que facilita también el sueño", añade.