Fin del verano: claves para recibir la rutina en buena forma y con mejor humor

Afrontar el final de las vacaciones de forma positiva es fundamental para iniciar el curso con buen pie.

Empezar el curso con buenos hábitos es fundamental.
Empezar el curso con buenos hábitos es fundamental.

Los días son cada vez más cortos, el bronceado de la piel se difumina y la cabeza se empieza a centrar en la cantidad de trabajo que habrá que afrontar con la llegada de septiembre (y las situaciones de estrés que conlleva). Sin embargo, y aunque para muchas personas volver a la rutina suponga un esfuerzo superlativo, el comienzo del otoño invita a la renovación y a la puesta a punto de cabeza y mente, ya que es el mejor momento para organizar un nuevo curso repleto de buenos hábitos.

La piel también se luce en otoño. Si bien es cierto que el bronceado veraniego aporta luz y la sensación de gozar de una mejor salud, también lo es que tomando el sol la piel se expone a numerosas agresiones, volviéndose más frágil y sensible. Para devolverle la vitalidad, lo mejor es exfoliarse durante la ducha una vez a la semana para eliminar la piel muerta e hidratarla después con mimo. Una rutina que asegura la salud de la epidermis y que, además, ayuda a tener localizados viejos y nuevos lunares. Es la hora de sanear el cabello. Aunque en las melenas largas son más visibles los estragos de la exposición solar, todos los tipos de cabello necesitan ser saneados con el fin del verano. Lo mejor es cortar la parte dañada y comenzar un tratamiento semanal en el que aplicar champús de pH neutro, mascarillas hidratantes y ‘sérums’ que ayuden a proteger el cabello durante todo el día. Adiós al sedentarismo estival. El verano invita al relax y la desconexión, lo que muchas veces implica el abandono del la actividad física. Para volver a recuperar el tono, sin practicar ejercicios lesivos y respetando el tiempo de adaptación, lo mejor es seguir un entrenamiento progresivo y asesorado que ayude a alcanzar las metas sin riesgos para la salud. La positividad, la mejor aliada. Las vacaciones hay que entenderlas como un paréntesis... ¡La buena vida no acaba con su fin! Semanas organizadas con escapadas alternativas son el mejor remedio para alejar el síndrome postvacacional.- Ir al suplemento de salud

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