El preservativo es uno de los métodos anticonceptivos más utilizados. Se creó en 1855, a base de caucho, y posteriormente en los años 20 se comenzó a fabricar con látex, un material y características que no han sufrido cambios o mejoras relevantes. Las roturas, su incomodidad o la sensación menos placentera son algunos de los principales inconvenientes que observan los consumidores. Ante este inmovilismo en los avances, la Fundación Bill y Melinda Gates lanzó un concurso de ideas para reinventarlo. Se presentaron 800 conceptos y dos se llevaron el primer premio, dotado con 100.000 dólares.

Cambio de materiales

Una de las iniciativas presentadas proponía incorporar el grafeno a las gomas de látex. Este material incrementaría la resistencia, al ser 200 veces más fuerte que el acero, enormemente flexible y elástico, y conduce el calor, lo que mejoraría las relaciones. Además, tiene sustancias antimicrobianas que refuerzan la seguridad. Otro de los materiales presentados es el polietileno, transparente, hipoalergénico y cinco veces más delgado que el látex.

Ecológicos y ultrarrápidos de poner

La apuesta por el cuidado del medioambiente también ha llegado al sector de los profilácticos. Las empresas trabajan en la creación de un prototipo de preservativo biodegradable, sin olor y que sea compatible con los fármacos preventivos. Para ello se utilizan materias primas naturales, como la nanocelulosa, extraída de una hierba autóctona de Oceanía. La universidad australiana de Quennsland trabaja con este material para fabricar preservativos más fuertes y finos.

Además, para solucionar el problema de su colocación, el emprendedor Willem van Rensburg inventó hace años el 'Rapidom'. Este anticonceptivo está listo para usarse en un solo movimiento con las manos, de manera que no interrumpe el acto sexual. Un proyecto que pretende apoyar la lucha contra el sida, sobre todo en los países subdesarrollados.

Para mejorar el confort, desde la Universidad de Northwestern (Chicago) trabajan en el desarrollo de nuevos polímeros bioinspirados que imiten las propiedades de las mucosas. Este proyecto quiere conseguir la sensación de ‘piel con piel’ y va al hilo del anillo vaginal presentado por la universidad. Un método que libera sustancias para protegerse de enfermedades como el herpes o el sida y tiene propiedades anticonceptivas.

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