Cinco claves para predecir el riesgo cardiovascular en personas sanas

La presión arterial, la actividad física, el índice de masa corporal (IMC), el consumo de fruta y verdura y el hábito tabáquico son los cinco indicadores.

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Cinco indicadores de salud son suficientes para predecir el riesgo cardiovascular en personas sanas
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La presión arterial, la actividad física, el índice de masa corporal (IMC), el consumo de fruta y verdura y el hábito tabáquico, son los indicadores de salud necesarios para predecir el riesgo cardiovascular en individuos sanos, según un estudio realizado en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC).

Una investigación, publicada en 'The Journal of American College of Cardiology' (JACC), ha demostrado la fiabilidad y utilidad del índice Fuster-Bewat -una herramienta basada en estos cinco indicadores de salud cardiovascular-, ya que tiene la misma eficacia a la hora de predecir la presencia y extensión de aterosclerosis subclínica (sin síntomas) en individuos de mediana edad sin enfermedad cardiovascular conocida que el índice de salud cardiovascular ideal (ICHS).

Actualmente, el índice ICHS es la herramienta de uso más común en el ámbito de la prevención primaria y promoción de la salud, recomendada por la American Heart Association, que incluye además valores de colesterol y glucosa.

Ahora, el estudio 'Progression and Early Detection of Atherosclerosis' (PESA), una investigación llevada a cabo en el CNIC en colaboración con el Banco Santander, valida el uso del índice Fuster-Bewat, una herramienta desarrollada por un equipo liderado por el doctor Valentín Fuster, director General del CNIC, para la evaluación del riesgo de aterosclerosis subclínica en entornos donde no se disponga de recursos materiales para la determinación de los niveles de colesterol y glucosa ya que, al contrario del método estándar ICHS, no precisa análisis de sangre para su cálculo.

De hecho, los autores han encontrado que tanto el ICHS como el índice Fuster-Bewat son capaces de predecir de manera similar la presencia de placas de ateroma, la cantidad de calcio en las arterias coronarias (un signo precoz de enfermedad coronaria) y el número de territorios afectados.

Estudios previos, como el estudio PURE, coordinado por Salim Yusuf y publicado recientemente en 'The Lancet', ya habían indicado que el análisis de sangre a veces puede no ser necesario a la hora de evaluar el riesgo cardiovascular, lo que supone una ventaja en las regiones con recursos sanitarios limitados.

Según el doctor Héctor Bueno, del Instituto de investigación i+12 del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid) y otro de los autores de la investigación, dado que ambas herramientas muestran una capacidad predictiva equivalente, "el índice Fuster-Bewat puede considerarse una opción más práctica y económica para la promoción de la salud cardiovascular, especialmente en aquellas regiones con escasos recursos económicos, donde la carga de enfermedad cardiovascular está creciendo de manera más alarmante".

Esta sencillez, añade el doctor Antonio Fernández Ortiz, investigador del CNIC, "también permitiría utilizar el índice Fuster-Bewat para la educación en entornos no sanitarios, como escuelas o universidades, y como una herramienta para calcular los beneficios que el cambio de estilo de vida con el autocuidado puede suponer para individuos en riesgo o pacientes".

Estudio pesa

El PESA-CNIC-Santander es un estudio prospectivo dirigido por Fuster que incluye a más de 4.000 participantes de edad intermedia que evalúa la presencia y desarrollo de aterosclerosis subclínica gracias al empleo de técnicas de imagen innovadoras y su asociación con diversos factores moleculares y ambientales, incluyendo aquellos relacionados con el estilo de vida (hábitos dietéticos, actividad física, factores psicosociales y hábitos de sueño).

Los resultados del estudio muestran que los perfiles cardiovasculares más saludables se asocian con menor prevalencia y menor extensión de enfermedad subclínica en individuos sanos, evidenciando el impacto de los estilos de vida y de los factores de riesgo en las fases tempranas de la enfermedad. Dichos resultados han sido obtenidos evaluando la presencia de enfermedad subclínica en distintos territorios (placas de ateroma en arterias carótidas, iliofemorales, aorta abdominal y la cuantificación del nivel de calcio en arterias coronarias) mediante técnicas de ultrasonido (ecografía) vascular y tomografía axial computarizada.

En palabras de Fuster, la apuesta del grupo Santander y del CNIC por un proyecto científico como el PESA constituye un modelo a seguir en el mundo científico y empresarial. "La contribución al conocimiento científico y a la salud de la población en general de este estudio es de un valor incalculable", subraya.

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