¿Qué alimentos nos ayudan a hacer frente a un examen?

En época de estudio, es conveniente evitar alimentos que aumenten los nervios y optar por aquellos que estimulen nuestra capacidad cognitiva.

Los frutos secos y el aceite de olvida se asocian a una pérdida más lenta de la memoria.
Los frutos secos y el aceite de olvida se asocian a una pérdida más lenta de la memoria.

Seguir una dieta saludable con alimentos variados es un consejo aplicable en cualquier momento de nuestra vida, pero si más si cabe en época de exámenes. La energía empleada por nuestro cerebro supone un 20% del total corporal, cifra que puede aumentar en momentos de estudio, ya que sometemos a este órgano a mayor esfuerzo y actividad. La glucosa es la fuente de energía de nuestro cerebro, por lo que una  buena alimentación es fundamental para rendir al máximo.

¿Qué debo comer?

Para mejorar nuestra actividad cerebral, nada mejor que optar por frutos secos y pescados ricos en fósforo y omega3, sustancias que mejoran la capacidad intelectual y la memoria.

Para que estudiar no se haga muy pesado, nada mejor que una onza de chocolate negro, ya que estimula la producción de endorfinas y ayuda a liberar el flujo de sangre en la cabeza, lo que ayuda a pensar con mayor claridad y ligereza.

Ya el día del examen, lo mejor es optar por un desayuno completo, que incluya fruta, cereales y lácteos, para empezar el día con energía, y por comidas ligeras que no hagan muy pesada la digestión, para evitar molestias si el examen es por la tarde.

¿Qué debo evitar?

En el lado contrario de la balanza se encuentran aquellos alimentos o bebidas que aumentan nuestros niveles de cafeína y sal, así como los alimentos grasos, pues repercuten de manera negativa en nuestro organismo.

Un exceso de alimentos grasos como el embutido o los quesos grasos pueden generar adrenalina, mientras que las grasas saturadas e hidrogenadas que se encuentran en la bollería y repostería industrial, desestabilizan el nivel de azúcar en sangre y pueden provocar cambios de humor y ansiedad.

En el caso de la cafeína, se trata de una sustancia que nos mantiene alerta y vigilantes, pero un estado prolongado puede contribuir a que nos sintamos más alterados y menos relajados, algo perjudicial si nos enfrentamos a un examen. Además, la cafeína dificulta la absorción de la vitamina B1, sustancia que sí reduce el estrés y aumenta la presión arterial y el ritmo sanguíneo, síntomas que pueden afectar a nuestros nervios.

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