La 'dieta' contra el ruido

Las fuentes más dañinas proceden del tráfico, transportes, reproductores musicales, conciertos y discotecas. El doctor Antonio Morant, miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología, da algunas pautas para prevenir la pérdida de audición a causa de estas prácticas.

La Sociedad Española de Otorrinolaringología aconseja utilizar reproductores de música que cumplan la normativa de seguridad frente al ruido.
La Sociedad Española de Otorrinolaringología aconseja utilizar reproductores de música que cumplan la normativa de seguridad frente al ruido.
Pixabay

El hábito de escuchar música con auriculares, junto con la asistencia a conciertos y locales de ocio con música alta, constituye en la actualidad la principal causa de trastornos provocados por el ruido en los jóvenes. Desde la Comisión de Audiología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) se recomienda ante todo prevenir, puesto que "una vez producido el daño, éste es irreversible, y los oídos son para toda la vida".

Con motivo del Día Internacional de concienciación sobre el ruido, que se celebra este miércoles, los otorrinos advierten de que por medio de malos hábitos no solo se daña la audición, sino que se producen también otros efectos negativos en la salud -ligados al bienestar- como pueden ser problemas cardiovasculares, estrés, insomnio, irritabilidad, síntomas depresivos, falta de concentración o un menor rendimiento en el trabajo.

"Poco a poco estamos sumando factores de riesgo para cuando aparezca la sordera o hipoacusia relacionada con la edad. Es como una gotita que va poco a poco lesionando, de manera que podremos ver a personas de 40 años afectadas por sordera, a las cuales no les tocaría en ese momento sufrir la pérdida de audición", señala el doctor Antonio Morant, otorrino del Hospital Clínico Universitario de Valencia y miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología.

Para prevenir esta patología, los expertos aconsejan seguir la llamada 'dieta contra el ruido', que consiste en lo siguiente:

Dosificar los ruidos y limitarlos al máximo. Limitar el volumen de ruido y el tiempo de escucha con volumen alto. Evitar ambientes ruidosos y ruidos impulsivos. Alejarse de las fuentes de ruido (por ejemplo, los altavoces). Amortiguar el ruido con el uso de protectores o tapones. Procurar no generar ruidos que molesten a otros. Seguir la regla del 60-60: no más de 60 minutos a más del 60% del volumen que permiten los reproductores musicales.Intensidad de ruidos

En la actualidad, las fuentes de ruido más dañinas proceden del tráfico, transportes, reproductores musicales, conciertos y discotecas. Los expertos advierten de que los reproductores de música actuales -de mp3, mp4, 'smartphones', etc.- pueden dar una intensidad superior a 100 decibelios, por encima de los 65 que recomienda no superar la OMS. La Comisión de Audiología de la Sociedad SEORL ha elaborado el siguiente listado de ruidos con sus correspondientes niveles:

Pájaros trinando: 10 decibelios. Rumor de hojas de árboles: 20 decibelios. Murmullo oleaje suave en la costa: 30 decibelios. Zonas residenciales: 40 decibelios. Conversación normal: 50- 60 decibelios. Lavavajillas: 60 decibelios. Aspiradora: 65 decibelios. Conversación acalorada (oficina): pueden ser 80 decibelios. Tráfico rodado en la ciudad: 80-85 decibelios. Claxon de un automóvil: 90 decibelios. Motocicleta: 90 decibelios (riesgo de lesión auditiva si la exposición se prolonga durante 4 horas). Sierra eléctrica, cascos de música: 95 decibelios (riesgo de lesión si la exposición se prolonga 2 horas). Discoteca, petardos pirotecnia: 110 decibelios (riesgo de daño inmediato). Concierto de rock, taladro: 120 decibelios (riesgo de lesión auditiva si la exposición se prolonga 7 minutos). Sirena de tren, alarma de incendio: 125 decibelios. Martillo neumático: 130 decibelios. Avión despegando: 140 decibelios.Los jóvenes, en la actualidad, son el grupo más afectado dado que el uso de reproductores musicales se dispara en esta franja de edad. "El problema fundamental que se ha encontrado es que existe un nuevo dispositivo (ahora ya regulado por los fabricantes) que permitía estar oyendo sonidos a una intensidad muy alta, que puede superar incluso la normativa de legislación laboral en cuanto a protección del ruido", advierte Morant en relación a la señal de salida del sonido que emiten determinados reproductores de música personales, los cuales -indica- "lanzan una intensidad muy alta y nociva, sobre todo si se oye durante muchas horas", concluye para concienciar.

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