No es ningún secreto que la industria farmacéutica invita a los médicos a congresos y otras reuniones de trabajo en los que se dan a conocer los últimos avances en investigación. Los laboratorios corren con los gastos de alojamiento, manutención y formación que reciben los profesionales. También se les ofrecen otros modos de formación. Son prácticas habituales de las que, sin embargo, hoy por hoy no existen demasiados detalles. A finales del año pasado, el Ministerio de Hacienda anunció que pretendía revisar la fiscalidad de lo que se llama transferencias de valor, entre las que se encuentran estas asistencias a congresos de los médicos sufragadas por las farmacéuticas.

El asunto llegó a principios de este mes a la comisión de Sanidad del Congreso de los diputados. Allí, Ciudadanos presentó una proposición no de ley (PNL) para que Hacienda no legislara en el sentido que había avanzado unos meses antes. El PP se alineó con la formación naranja y se aprobó una PNL en la que se afirmaba que "las transferencias de valor dedicadas a la formación de los profesionales del Sistema Nacional de Salud" seguirán estando "exentas de tributación". Pero el PP y Ciudadanos fueron los únicos que respaldaron el texto: el resto de grupos se opuso a la iniciativa y nada hay claro en este asunto, porque estas proposiciones no tienen rango de ley ni son vinculantes.

En este escenario ya de por sí complicado han entrado en juego los últimos movimientos de los laboratorios farmacéuticos innovadores con presencia en España, que son aquellos que investigan para fabricar nuevos fármacos. En pro de la transparencia, y en virtud de un código de buenas prácticas que la propia industria ha elaborado, los laboratorios quieren dar publicidad a todas las acciones de colaboración que llevan a cabo con las organizaciones médicas y los profesionales sanitarios. Su voluntad es hacer públicos todos los datos del presente ejercicio en 2018. Además, quieren hacerlo de forma individualizada, es decir, con los nombres y los apellidos de los profesionales que se han beneficiado de las formaciones (siempre que sea pertinente, porque en ocasiones las relaciones de los laboratorios son con organizaciones y no con personas físicas).

La polémica está servida, porque las organizaciones en las que se agrupan los profesionales de la Medicina en España se oponen a que estas medidas se lleven a cabo. Ha sido la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) la que ha levantado la voz y ha hecho público el malestar del sector con el anuncio de los laboratorios, canalizado a través de la patronal de laboratorios de marca Farmaindustria. FACME se niega a que los nombres de los médicos salgan a luz porque consideran que estos datos pueden allanar el camino para que la Agencia Tributaria exija a los médicos que tributen como pagos en especie estas asistencias a congresos médicos, simposios y demás.

"Serias dudas sobre la legalidad"

La federación de asociaciones científico médicas ha afirmado que tiene "serias dudas sobre la legalidad de la desagregación de datos y su publicación a nivel individual del profesional médico, sin autorización". En un comunicado ha avanzado que "recabará toda información necesaria sobre la legalidad" de la medida que pretende la industria farmacéutica y que no descarta pedir "dictámenes alternativos" o presentar "recursos legales si fueran necesarios".

La propuesta de FACME es que sean las organizaciones médicas las que reciban las transferencias de los laboratorios y gestionen su reparto entre los profesionales médicos que las han disfrutando, evitando así dar publicidad de nombres y apellidos más allá de las partes implicadas. "Este enfoque permitiría que este tipo de formación pueda justificadamente no estar sujeta a carga fiscal, lo que enlaza con la PNL recientemente aprobada en el Parlamento, que apunta en este mismo sentido", reza un comunicado oficial disponible en la web de FACME.

Pero desde Farmaindustria defienden su ánimo de dar transparencia a estas actividades. "Este mayor grado de transparencia de la industria farmacéutica es una iniciativa ambiciosa y pionera con respecto a otros sectores de nuestra sociedad", sostienen. "Es una apuesta honrada y valiente que responde a un compromiso real de mejora que se consolidará y optimizará en los próximos años", añaden.

Las compañías que operan en España y que estén adheridas al código de buenas prácticas de la industria publicarán las interacciones con los médicos en cuatro grandes grupos de información: donaciones realizadas (a organizaciones sanitarias, puesto que no caben en el caso de profesionales a título individual), aportaciones para actividades formativas y reuniones científico-profesionales, retribuciones por servicios profesionales y aportaciones en materia de I+D.

119 millones en formación para médicos en 2015

En junio del año pasado ya se publicaron algunos datos de forma individualizada. Las compañías se pusieron en contacto con los profesionales con los que habían tratado a lo largo de 2015 y les explicaron sus intenciones. En cumplimiento de la ley de protección de datos, les solicitaron un documento de consentimiento previo que el profesional podía firmar o no. "En los casos en que no se obtuvo, la información se publica de forma agregada", sostienen desde Farmaindustria. Así, en las páginas de cada laboratorio aparecen listados de médicos asociados al dinero que percibieron en el ejercicio 2015. La idea es que a partir del año que viene, cuando se publicarán los datos de 2016, este consentimiento no sea imprescindible y todos los datos aparezcan de forma individualizada.

Desde Farmaindustria han explicado que la medida cuenta con el visto bueno de la Agencia Española de Protección de Datos, que ha autorizado su puesta en marcha y han puesto el valor el ejercicio de transparencia que hace esta industria en España y que, han considerado, no tiene precedentes. No parece, por tanto, que vayan a dar vuelta atrás.

Los datos de 2015 presentados por Farmaindustria permiten saber que los laboratorios invirtieron en España unos 190 millones de euros en contratos con organizaciones y profesionales sanitarios para proyectos de I+D y contribuyeron con 119 millones en ayudas para que profesionales sanitarios pudieran acudir a actividades científicas y reuniones profesionales.