Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Beneficios y riesgos de iniciarse en la práctica de ejercicio físico intenso

El doctor Alejandro Fernández Montero, de la Unidad de Medicina del Trabajo de la Clínica Universidad de Navarra, explica en detalle los beneficios que tiene iniciarse en la práctica del ejercicio físico intenso sin olvidar los riesgos que conlleva para quienes lo practiquen de forma irresponsable.

Una imagen de la media maratón de Zaragoza.
Una imagen de la media maratón de Zaragoza.
A. Navarro / M. Bressel

Cada vez que ocurre un accidente o una tragedia, sea en el ámbito que sea, se tiende a hablar de los riesgos que existen en torno al suceso. El deporte, a pesar de todos los beneficios que conlleva, tampoco se libra de las malas lenguas. No obstante, los especialistas prefieren combatir con cifras la preocupación inicial que puedan sembrar ciertas prácticas, como el iniciarse en el ejercicio físico intenso. "El sedentarismo causa tantas muertes en el mundo como el tabaco. Haciendo un símil con los medios de transporte, las muertes en las carreras populares al igual que los accidentes aéreos son noticia, pero igual que tiene menos riesgo de muerte la población que se desplaza en avión que la que lo hace con el automóvil, también quienes realizan actividad física tienen menos riesgo de muerte que los sedentarios", recalca el doctor Fernández Montero, de la Unidad de Medicina del Trabajo de la Clínica Universidad de Navarra.

Este lunes, los resultados de un estudio pionero en el que ha participado este especialista demostraban que el ejercicio físico vigoroso aporta mayores beneficios a la salud cardiovascular que el ejercicio leve o moderado; siempre y cuando -eso sí- se haga de forma responsable y tras someterse a un chequeo para descartar patologías previas que puedan interferir en la práctica.

P. ¿Cuáles son los principales problemas que presenta iniciarse en la práctica de deportes como el 'running' sin visitar a un especialista?

R. La mayoría de la población se va a beneficiar de la práctica de este tipo de ejercicio, pero en los menores de 30 años existe un pequeño porcentaje de individuos que podrían presentar una miocardiopatía y el ejercicio vigoroso (EV) podría desencadenar un desenlace fatal. En la población mayor de 40, el mayor riesgo es presentar una cardiopatía isquémica como consecuencia del ejercicio vigoroso.

P. ¿Es cierto que el deporte intenso sin control incrementa el riesgo de muerte súbita? ¿Cuándo suelen darse estos episodios?

R. El ejercicio reduce el riesgo de muerte súbita, pero no lo elimina tampoco. La muerte súbita asociada a la actividad física se da más en personas no entrenadas y guarda una relación directa con la magnitud de la diferencia entre la dosis de actividad física habitual y la dosis de actividad en el episodio. Aunque el riesgo de muerte súbita suba puntualmente durante el ejercicio, las personas que hacen ejercicio tienen menos riesgo medio de muerte súbita. El factor de riesgo de muerte súbita que se ha observado que tiene más consistencia es la inactividad o la baja forma física. También parece que el efecto sigue un patrón monotónico dosis-respuesta: cuanta más actividad, mayor protección, pero las ganancias iniciales al pasar de sedentario a activo suelen ser las de mayor magnitud.

P. ¿Hay indicadores o forma de prevenir estos episodios cardiovasculares?

R. Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que la inactividad física conlleva múltiples efectos negativos. Se ha estimado que un 9,4% de los 57 millones de muertes en el mundo en 2008 se debe a la inactividad física, que se traduce en más de 5 millones de muertes en todo el mundo. Por tanto, el ejercicio vigoroso, la alimentación saludable, etc., son estilos de vida que disminuyen el riego de padecer la enfermedad, así que cuantos más estilos de vida saludables sigan las personas y más factores de riesgo eviten -como el tabaco, el sedentarismo…-, menos riesgo tendrán de padecerla.

El doctor Alejandro Fernández Montero, de la Unidad de Medicina del Trabajo de la Clínica Universidad de Navarra.

P. ¿Qué consejos daría para salir a correr o practicar ejercicio físico vigoroso sin riesgos?

R. Antes de lanzarse a la práctica de ejercicio vigoroso, hay que acudir a un especialista en Medicina Deportiva para valorar el estado. Este tipo de valoración debe incluir un electrocardiograma, un ecocardiograma y una prueba cardiopulmonar de esfuerzo.

P. En caso de presentar factores de riesgo cardiovascular, ¿hay que olvidarse de prácticas como el ‘running’? ¿Qué alternativas hay para estos pacientes a la hora de practicar deporte?

R. El US Task Force (formado por un comité de expertos en Medicina Preventiva de Estados Unidos) concluyó en 2014 que hay pruebas suficientes para recomendar el consejo individual sistemático para promover la actividad física regular en adultos con factores de riesgo cardiovascular o que tienen sobrepeso u obesidad. En estos casos, es fundamental realizar una prueba cardiopulmonar de esfuerzo que marcará los umbrales para realizar ejercicio de forma segura. Además, esta prueba les permitirá aumentar el estado de forma física, pudiendo aumentar con el tiempo la intensidad en el ejercicio.

P. En el estudio de la CUN publicado por la revista ‘American Journal of Preventive Medicine’, han demostrado que ejerce un mayor beneficio la intensidad que el tiempo que se dedica a la práctica del ejercicio físico en el tiempo libre. En adultos sanos, ¿sería, por tanto, más recomendable practicar deportes como el ‘running’, el atletismo o la natación (con un esfuerzo superior a 6 mets)?, ¿y en el caso de los jóvenes?

En el estudio encontramos, de forma significativa, que los participantes que hacen ejercicio de forma más vigorosa presentan una reducción del riesgo de padecer síndrome metabólico (conjunto de enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular) de un 37% menos que los participantes que hacen ejercicio de una intensidad leve.

En los mayores de 55, este porcentaje pasa a ser del 90%; y en los menores de 55, estas diferencias pasan a ser del 24%. En la población más joven no es significativo porque es tan poco probable que presenten síndrome metabólico que hagan lo que hagan no cambiará mucho lo poco probable que es. Pero hay que pensar que estas personas cumplirán años y el mantener esa actividad física vigorosa les reducirá el riesgo de sufrir síndrome metabólico en el futuro.

P. Desgraciadamente, y a pesar de toda la promoción que se hace del deporte, siguen dándose casos que contra toda pronóstico cogen por sorpresa a la población.

R. Las muertes en las carreras populares al igual que los accidentes aéreos son noticia. Pero igual que tiene menos riesgo de muerte la población que se desplaza por un medio aéreo respecto a la que lo hace con el automóvil, también la población que realiza actividad física tiene menos riesgo de muerte que la sedentaria. Eso sí, a ninguno se nos ocurriría subirnos a un avión que no se revisa con periodicidad.

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