¿Se puede detectar el autismo en la mirada de un bebé?

El proyecto 'Bebé Miradas' pretende detectar síntomas precoces del autismo, como la fijación de la mirada.

La mirada de un bebé puede ayudar a detectar el autismo
¿Se puede detectar el autismo en la mirada de un bebé?

La Asociación Autismo Burgos iniciará en los próximos días su proyecto piloto para la detección precoz de Trastornos del Espectro Autista (TEA) con las primeras pruebas de "eye-tracking" (observación de la fijación de la mirada) que se llevarán a cabo en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU).


"Bebé Miradas", nombre de esta iniciativa pionera en España, dará sus primeros pasos con varios ensayos de prueba antes de comenzar a trabajar con los grupos de estudio previamente seleccionados.


Javier Arnaiz, director técnico de Autismo Burgos, ha explicado que intervendrán con niños de 2 meses a 3 años con tres perfiles muy definidos, para intentar detectar síntomas de alerta de TEA.


El primer grupo de estudio corresponderá a niños con alto riesgo de Trastorno del Espectro Autista o trastornos de comunicación, ya que cuentan con algún diagnosticado en su familia.


Niños con alto riesgo de trastornos del desarrollo por incidentes durante el embarazo o riesgo pediátrico será el segundo, y el tercer perfil a analizar abarcará a niños sin riesgo alguno.


La Unidad de Investigación del Hospital Universitario de Burgos acogerá el proyecto, amparado en la Estrategia Nacional del Autismo, gracias a la "implicación personal" de los pediatras David Conejo y Montesclaros Hortigüela.


En estos momentos, el equipo de Autismo Burgos trabaja con los dos médicos para diseñar el protocolo y los programas estadísticos, ya que el proyecto es muy "complejo".


Se recogen muchos datos sobre evolución y desarrollo a través de las pruebas de seguimiento visual, "eye-tracking", que son los que servirán para detectar síntomas de alerta de TEA.


Bebé Miradas se sustenta en estudios que demuestran que los niños diagnosticados de autismo presentan en los primeros años de su vida indicios, síntomas de alerta, del trastorno.


En concreto, esos indicios tienen que ver con la fijación ocular, puesto que los bebés con autismo fijan la mirada en estímulos no sociales, ha explicado Arnaiz.


Con dos meses, el niño comprende que la mirada es un instrumento de comunicación y mira a los ojos del interlocutor, pero el niño con autismo empieza a dejar de hacerlo a partir de los nueve meses.


Por ese motivo, las pruebas de "eye-tracking" se llevarán a cabo en niños de dos meses en adelante, para detectar una desviación en el patrón de desarrollo e intervenir.


Javier Arnaiz ha recordado que no se podrá diagnosticar el TEA en bebés de 2, 4 o 6 meses, ya que el diagnóstico certero se lleva a cabo entre los 18 y los 24 meses.


Sin embargo, si las pruebas de seguimiento visual detectan algún indicio se podrá iniciar una intervención temprana con efectos muy positivos en caso de confirmarse el diagnóstico.


Esa atención precoz permitiría reducir el impacto del autismo, que los síntomas se presenten con menos intensidad y facilitar un desarrollo cognitivo mejor.


Las primeras pruebas de "eye-tracking", visionado de vídeos para saber a qué tipo de estímulos visuales responde el bebé, comenzarán en los próximos días, ha confirmado Arnaiz, y para finales de mes se trabajará con los grupos de estudio.


Cada uno de los niños que se someta al programa participará en 10 consultas, con seguimiento visual, exámenes médicos y valoraciones, a partir de las cuales se extraerán conclusiones.


El proyecto cuenta con una ayuda de 100.000 euros del Ministerio de Sanidad, derivada de las aportaciones del IRPF, y colaboraciones económicas de empresas y entidades burgalesas.

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