¿Las bebidas fermentadas pueden formar parte de una alimentación saludable?

Según un estudio de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, la cerveza -consumida con moderación- podría reducir algunos factores de riesgo de enfermedades neurodegenerativas y proteger frente a enfermedades cardiovasculares.

Otra  cerveza es posible
Otra cerveza es posible

El consumo moderado de bebidas fermentadas, tales como la cerveza, puede incluirse en una alimentación saludable. Así concluye el documento '¿El consumo moderado de cerveza podría incluirse dentro de una alimentación saludable?', realizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) en colaboración con el Centro de Información de Cerveza y Salud (CICS) y presentado este martes en el Colegio Oficial de Médicos de Álava.


Según este texto, el consumo moderado de cerveza aporta nutrientes y compuestos bioactivos que pueden ser beneficiosos para la salud, tener un efecto protector cardiovascular y ser una fuente de antioxidantes naturales que facilitan la protección del organismo.


La doctora Ascensión Marcos y el doctor Vicente Pascual, coautores del documento, han sido los encargados de presentar la guía a los profesionales médicos de Álava durante un encuentro en el que también han participado el doctor Gregorio Mediavilla, presidente de Semergen en el País Vasco.


Durante la jornada se han explicado los posibles beneficios en nuestra salud del consumo moderado de cerveza, entre los que destaca que la cerveza, "siempre consumida moderadamente, además de aportar nutrientes y compuestos bioactivos que pueden ser beneficios para nuestra salud, puede considerarse como un factor protector cardiovascular y una fuente de antioxidantes naturales que facilitan la protección del organismo". 


Dentro de la dieta mediterránea

Según explica el documento, existe "evidencia científica que apoya que la cerveza, cuando se consume con moderación, puede aportar beneficios para la salud". De hecho, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) la incluye explícitamente en la pirámide de la alimentación saludable por su mínima graduación (entre un 4-5,5%), por su bajo contenido calórico y por su elaboración con ingredientes naturales (cebada, lúpulo y un 90% de agua). Además, la cerveza contiene vitaminas, polifenoles (antioxidantes), fibra, minerales e hidratos de carbono que podrían tener efectos beneficios para la salud.


"Por sus ingredientes, se puede afirmar que el consumo moderado de cerveza en adultos sanos podría tener una implicación saludable en el aporte de nutrientes de una dieta", ha declarado el doctor Vicente Pascual, médico de familia y coordinador del Grupo de Trabajo de Lípidos de Semergen.


El doctor también ha recordado que "es necesario concienciar a la población de la importancia de llevar há bitos de vida saludables que favorezcan la prevención de enfermedades y que incluyan una alimentación sana y la realización de ejercicio físico".


Este documento, realizado por la doctora Ascensión Marcos, y los miembros del Grupo de Trabajo de Nutrición de Semergen, la doctora Marisa López Díaz-Ufano y el doctor Vicente Pascual Fuster, recoge que, de acuerdo con lo establecido por investigadores y organismos internacionales, un consumo moderado de alcohol equivale a 2-3 cañas al día para los hombres y 1-2 cañas al día para las mujeres.


Este consumo moderado está indicado para adultos sanos y nunca para mujeres gestantes o lactantes, personas que tomen medicación o que vayan a realizar alguna actividad en la que la ingesta de alcohol pueda interferir, en cuyo caso, si desean tomar una cerveza, deben decantarse por la variedad SIN. 


Baja aportación calórica

"Las investigaciones científicas -ha añadido Vicente Pascual- indican que la cerveza, consumida con moderación, puede aportar beneficios para la salud cardiovascular, ósea y para el sistema inmunológico. Además, podría reducir algunos factores de riesgo de enfermedades neurodegenerativas debido a la gran cantidad de antioxidantes naturales que aporta, procedentes de los polifenoles y el silicio".


Por su parte, la dcotora Ascensión Marcos, investigadora del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha recordado que "la aportación calórica de la cerveza es de solo 45 kcal/100 ml en el caso de la cerveza tradicional y 17 kcal/100 ml en la cerveza sin alcohol; y su consumo moderado dentro de un patrón de alimentación saludable no afecta al peso ni a la composición corporal, por lo que no es culpable, por si misma, de la obesidad abdominal".


Según las conclusiones del documento, el consumo moderado de cerveza podría producir efectos positivos sobre la capacidad antioxidante de las células, el colesterol, el sistema de coagulación y proteger frente a enfermedades cardiovasculares. Además, según demuestran estudios científicos, también "podría estar asociado con un aumento de la densidad mineral ósea en hombres y mujeres postmenopáusicas, lo que puede verse favorecido por su contenido en silicio, mineral clave para la formación del hueso y que también es importante para la formación del tejido conectivo, incluyendo piel, pelo, arterias y uñas".


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