Varias asociaciones de personas afectadas por cáncer han solicitado al Gobierno de Aragón la ampliación de los servicios de radioterapia, para los que se cuenta en la comunidad aragonesa con cuatro aceleradores lineales en hospitales públicos y uno en un centro privado.

Estos cinco aceleradores lineales, todos ubicados en Zaragoza capital, dan servicio una población de 1,325 millones de habitantes que son insuficientes para cubrir las necesidades de la población aragonesa, ya que según las recomendaciones de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica harían falta siete (uno por cada 175.000 habitantes).

Según informan en un comunicado las entidades ADO-Aragón, AECC, AMAC-GEMA, Aralvoz, Asaco y Aspanoa, han transmitido al consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, la preocupación que hay por el uso intensivo que se está realizando de las máquinas y los problemas de averías que han tenido.

También le han reclamado soluciones para "esta situación tan delicada para las personas con cáncer en tratamiento radioterápico y que se extiende en el tiempo", a lo que, según estas entidades, el consejero les ha indicado que se está gestionando la futura adquisición de dos aceleradores para sustituir a los dos más antiguos.

Según estas asociaciones, estos aparatos deberían haberse licitado este ejercicio y "lamentablemente no estarán en funcionamiento como mínimo hasta principios de 2018".

Asimismo, recuerdan que la avería recientemente en dos de los aceleradores ha supuesto una prolongación de los tiempos de espera o desplazamientos a Navarra y Madrid "con el consiguiente desgaste físico y emocional para los pacientes", además de que "cualquier aragonés que necesite este tratamiento debe desplazarse hasta la capital aragonesa o bien a la Comunidad Valenciana (en el caso de los pacientes de Teruel)".

A la consejería de Sanidad y al Gobierno de Aragón les han pedido el compromiso para solucionar la situación y un plan plurianual de inversiones en tratamiento radioterápico para acercar a Aragón a los estándares de calidad aceptados por las sociedades científicas.

Además de un tratamiento equitativo para todos los pacientes aragoneses, independientemente de su lugar de residencia, contemplando la variable geográfica y planteando soluciones mejores a los pacientes de las provincias de Huesca y Teruel, así como el cumplimiento de los tiempos de máximos de espera legales para acceder a los tratamientos oncológicos.

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