El Hospital Maz de Zaragoza colocará el próximo miércoles a un paciente la primera férula a medida generada en impresión 3D, diseñada por la empresa zaragozana Exovite.

El resultado es fruto del trabajo I+D colaborativo desarrollado durante el último año, en el que el centro médico ha aportado la experiencia de su equipo de Traumatología y Rehabilitación y Exovite la capacidad innovadora y su equipo de Ingeniería especializado en el campo de la imagen e impresión 3D, informan fuentes del hospital.

La aplicación de esta innovadora técnica permite disminuir el tiempo de rehabilitación del paciente a la vez que reduce el coste de las bajas laborales.

Este sistema de inmovilización se compone de un escáner 3D capaz de capturar la imagen exacta de la extremidad del paciente y, mediante un software exclusivo, generar una férula a medida, según los requerimientos del traumatólogo, y personalizada para cada caso, y enviarla a la impresora 3D.

Para inmovilizaciones prolongadas, Exovite ha desarrollado un sistema complementario de electroestimulación de baja frecuencia que puede ser empleado a partir del primer día y que se controla a través del interfaz de usuario ProPAD.

Desde esta aplicación, el médico puede prescribir, controlar y modificar el tratamiento, que es enviado al móvil del paciente, quien se instala la aplicación móvil Exopad, que es la que controla el electroestimulador y que permite al profesional dirigir y vigilar el tratamiento, y al paciente seguirlo con la máxima comodidad desde su domicilio y en contacto permanente con el médico.

Este sistema de electroestimulación, aunque operativo, sigue en fase de pruebas, lo que no impide que el paciente pueda usar la aplicación que le guía en la realización de otro tipo de ejercicios de rehabilitación, como por ejemplo los baños de contraste frío-calor.

Las férulas de Exovite se caracterizan por su estructura de panel de abeja y su ligereza, lo que facilita la inserción de los electrodos y permite una mejor vigilancia del estado neuromusucular.

Como la piel puede respirar se evitan los picores molestos, además de que supone una reducción de peso de más del 75 % frente a una escayola convencional y permite al paciente realizar acciones cotidianas que hasta ahora eran imposibles como bañarse o abrocharse una camisa.