La unidad de Oftalmología Pediátrica del Hospital Infantil de Zaragoza ha impulsado en coordinación con especialistas y pediatras de varios ambulatorios zaragozanos un programa piloto de cribado en las consultas de estos centros de salud. El objetivo, explica la doctora Inmaculada González Viejo, es organizar una consulta semanal que facilite el 'screening' y la detección precoz de estas patologías en la infancia.

"El problema de la patología oftalmológica en los niños es que, si no se trata en el momento adecuado, interfiere en el desarrollo visual y puede acarrear un déficit visual permanente", advierte González Viejo, responsable de la Unidad de Oftalmología Pediátrica del Hospital Infantil y una de las coordinadoras de este programa.

"Queremos garantizar que un niño que tiene patología que pueda interferir en el adecuado desarrollo visual pueda tener un acceso más razonable en tiempo al sistema para que no se sume a su patología el problema que pueda haber de demoras", detalla González Viejo.

En este proyecto están implicados tanto los pediatras de los centros de salud citados como dos oftalmólogos del centro de especialidades de San José y del C. M. E. Ramón y Cajal. De la supervisión se encargan oftalmólogas del Hospital Infantil, que este jueves se reunieron con los pediatras para presentarles los métodos de evaluación oftalmológica en los niños de Atención Primaria y los criterios de derivación a la consulta, para garantizar el adecuado cumplimiento y desarrollo de este nuevo programa de cribado dirigido a los más pequeños.

La doctora Inmaculada González Viejo, responsable de la unidad de Oftalmología Pediátrica del Hospital Infantil, subraya que hay que ser "muy estrictos" a la hora de derivarlos para no generar nuevas demoras. "No es un programa dirigido a toda la población pediátrica, sino a una población de riesgo científicamente demostrado", recalca.

Así, en el marco de este nuevo programa de 'screening' en la infancia, se tendrán en cuenta determinados factores de riesgo como el hecho de que hubiera algún antecedente familiar significativo de patología ocular grave y hereditaria –cataratas congénitas, glaucoma congénito– o si se detectara una disminución significativa de la agudeza visual unilateral o bilateral en el niño.

"La idea es desarrollar con el apoyo de los pediatras un buen cribado en Atención Primaria y que estos especialistas nos deriven los casos que puedan ser de riesgo para hacer una valoración en consulta un día específico, con material y personas formadas adecuadamente y en un ambiente en el que solo haya niños, lo que favorece su colaboración", detalla González Viejo.

Por medio del programa informático de gestión de consultas en Atención Primaria (OMI) se hará una canalización directa de aquellos casos que deban ser derivados al especialista en Oftalmología, que examinará a estos pacientes un día a la semana en las consultas de los ambulatorios para detectar y tratar cualquier anomalía que pudiera ser grave.

"La intención es que un niño de riesgo pueda tener acceso al sistema pronto, ya que igual que se hace un control periódico de su talla y de su peso, el pediatra debe hacer controles para valorar su desarrollo visual y derivarnos por medio de este sistema los casos pertinentes", concluye González Viejo.

Para evaluar la satisfacción de usuarios y profesionales, este grupo de especialistas ha establecido además unas encuestas de evaluación y un sistema de recogida de datos, con el fin de poder evaluar la eficacia de este programa piloto. "Si el resultado es favorable -adelantan- la intención es mantenerlo e incluso extenderlo a otras áreas sanitarias".

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