Los trabajadores autónomos o con contrato temporal, los del sector inmobiliario y de la construcción y los mayores de 50 años tienen más posibilidades de sufrir una incapacidad laboral de larga duración por trastorno mental, según un estudio elaborado por el Servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat.

El estudio, que ha contado con la colaboración de la mutua laboral Egarsat y de la Universidad de Barcelona, es el mayor realizado hasta ahora en España sobre bajas médicas y salud mental, según ha informado el Hospital de Bellvitge en un comunicado.

El trabajo ha analizado una muestra de 7.112 trabajadores residentes en la provincia de Barcelona que requirieron una incapacidad laboral temporal por trastorno mental entre los años 2008 y 2012.

Según el estudio, no hay diferencias significativas entre las bajas de larga y corta duración en cuanto al sexo, pero sí en función de la edad y del régimen de cotización.

De esta forma, los trabajadores autónomos tienen el doble de probabilidades de sufrir una baja larga por trastorno mental en comparación con los trabajadores por cuenta ajena, y también se detecta más riesgo entre los trabajadores mayores de 50 años.

Entre los pacientes que trabajan por cuenta ajena, disponer de un contrato temporal se asocia a bajas más prolongadas, así como también trabajar en los sectores de la construcción y de las actividades inmobiliarias.

En cuanto a los factores estrictamente médicos, los trastornos psicóticos y de la personalidad están relacionados con las bajas largas, mientras que los trastornos de ansiedad se relacionan con las bajas cortas.

"Los resultados indican que las bajas por trastorno mental no se explican solo por motivos médicos. Aparte de la gravedad del trastorno, hay otros factores demográficos y sociolaborales que también influyen de forma significativa en la duración de la incapacidad temporal", según la doctora Eva Real, directora del estudio.

Según el Hospital de Bellvitge, los datos de la Organización Europea para la Cooperación y el Desarrollo indican que entre el 33 y el 55% de las nuevas solicitudes por incapacidad permanente se formulan en base a un trastorno mental, llegando hasta el 70% en los adultos jóvenes.

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