Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El herpes zóster aumenta el riesgo a corto plazo de ictus en los adultos mayores

Investigadores estadounidenses han descubierto que hay un corto plazo con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular después de tener culebrilla.

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Una nueva investigación que se publica en 'Mayo Clinic Proceedings' determina que los adultos mayores de 50 años corren un 50% más de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular durante 90 días después de haber vivido un episodio de herpes zóster.


Más del 95% de la población adulta mundial está infectada con el virus que causa la varicela y hasta un tercio de estos individuos desarrollarán herpes zóster –también conocido popularmente como "culebrilla"– en su vida. Este trabajo de investigadores estadounidenses ha descubierto que hay un corto plazo con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular después de tener culebrilla.


La culebrilla (herpes zoster) es una enfermedad viral causada por la reactivación del virus que provoca la varicela, varicela zoster (VSV), que genera una erupción cutánea dolorosa al entrar en erupción en un área limitada. Típicamente, la erupción es en un lado del cuerpo en una sola franja. Es más común en los adultos mayores y las personas con sistemas inmunológicos débiles, pero cualquiera que haya tenido varicela puede desarrollar herpes zóster. Los estudios realizados en Europa y Asia han sugerido un mayor riesgo de accidente cerebrovascular e infarto de miocardio (IM) después de la culebrilla, pero no ha habido trabajos previos en Estados Unidos.


En el análisis actual, los investigadores evaluaron el riesgo de accidente cerebrovascular e IM en una población basada en la comunidad de Estados Unidos. Se comparó a cerca de 5.000 adultos mayores de 50 años en el condado de Olmsted, Minnesota, que tenían confirmado un episodio de culebrilla con un grupo de personas por edad y sexo de la misma comunidad que no tenía antecedentes de herpes zóster.


Los riesgos de accidente cerebrovascular e IM se evaluaron por separado y se excluyó a los pacientes con un ictus previo de los análisis de accidente cerebrovascular y los que habían padecido un IM previo también fueron excluidos de las pruebas de IM. Se evaluó el riesgo a corto plazo de accidente cerebrovascular e IM a los tres meses, seis meses, un año y tres años después de la culebrilla. "Encontramos que había un 50% más de riesgo de accidente cerebrovascular durante tres meses después de la culebrilla, pero también que las personas que tenían culebrilla presentaban muchos más factores de riesgo para el accidente cerebrovascular que los que no lo habían sufrido, lo que sugiere que tenían peor salud en general", explica la investigadora líder, Barbara P. Yawn, del Departamento de Investigación, del Centro Médico Olmsted, en Rochester, Minnesota. "Sin embargo, la conclusión es que las culebrillas todavía se asocian con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular durante tres meses después, incluso cuando tuvimos en cuenta los múltiples riesgos y factores de confusión", añade esta experta.

¿Por qué el ictus es más común después de un espisodio de herpes zóster?

Los investigadores hallaron que la asociación entre las culebrillas y el IM en tres meses no era ni fuerte ni robusta a través de diferentes métodos analíticos utilizados. "Parecía haber un pequeño aumento del riesgo de IM, pero cuando tuvimos en cuenta otros factores de riesgo, desapareció", señala Yawn. No hubo mayor riesgo de accidente cerebrovascular o IM en cualquier punto más allá de tres meses.


Los investigadores se plantean la pregunta de por qué el ictus es más común después de un episodio de herpes zóster. "Estudios recientes han demostrado que el virus zoster parece afectar a los tejidos vasculares, así como el sistema nervioso central y que, por lo tanto, puede ser una enfermedad sistémica", declara la doctora Yawn.


"Otra posible explicación es que el accidente cerebrovascular es una consecuencia de la respuesta inflamatoria que se produce con un episodio agudo de zoster. Este aumento del riesgo de accidente cerebrovascular puede ser prevenible mediante la vacunación contra el virus zoster", concluye.


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