¿Cuáles son las 1.500 acciones que los enfermeros no pueden realizar con el nuevo decreto?

El documento aprobado el pasado viernes ha provocado un sinfín de reacciones encontradas.

Una profesional sanitaria prepara una vacuna para su posterior inyección.
Una profesional sanitaria prepara una vacuna para su posterior inyección.
Luis Ángel Tejedor

El pasado viernes, el Consejo de Ministros dio luz verde al Real Decreto que debía regular la prescripción enfermera. Desde entonces, los colectivos de enfermeros han señalado que el documento finalmente aprobado no era el que se había acordado un mes antes y que la nueva situación provocaba que más de 1.500 acciones -trabajos que los enfermeros realizaban con regularidad y sin problemas- serían ilegales una vez que se publique en el BOE. De momento, todavía no está en vigor, pero proximamente se podrá poner en funcionamiento.


A partir de entonces, según señalan desde el Consejo Colegial de Enfermería, los enfermeros ya no podrán vacunar libremente a los pacientes. “Ahora, en plena campaña de la gripe, los pacientes acuden al centro de salud y el enfermero les suministra la vacuna. Sin embargo, a partir de la publicación del Real Decreto, será necesario que pida cita con el médico y posteriormente con el enfermero para que le administre la vacuna”, sostienen desde el Consejo Colegial de Enfermería.


Una situación que hasta ahora era "alegal" pasará a convertirse en "ilegal".  Por ello, preven que pueda causar el colapso de los centros sanitarios. “Con la campaña de la gripe en el horizonte, los cambios introducidos por el ejecutivo pueden dar lugar a un grave perjuicio para el paciente y el sistema en su conjunto”, subrayan. No obstante, otros sindicatos como CSIF Aragón especifican que, aunque la medida puede ralentizar el funcionamiento normal, no debería producirse un colapso.


Estos "problemas" se puede repetir en varios escenarios. Por ejemplo, según especifican desde el Consejo Colegial de Enfermería, las matronas que hasta ahora gestionaban los partos de forma autónoma, incluyendo la prescripción de diversos medicamentos como la oxitocina, ahora deberán contar con el visto bueno del médico para el suministro de cualquier tratamiento, “provocando un retraso en la atención de un paciente dolorido”.


Los enfermeros tampoco podrán utilizar cremas con antibióticos o apósitos medicamentosos para curar las heridas, quemaduras o úlceras por presión sin que el médico haya valorado la situación previamente. Lo mismo ocurre con la medicación a los pacientes crónicos -como diabéticos o anticoagulados-, que hasta ahora se administraba en las consultas de enfermería.


Los centros hospitalarios también se verán afectados. Por ejemplo, a partir de la publicación del Real Decreto, los enfermeros no podrán administrar heparina en las vías de los pacientes que, aunque estén puestas, se han cerrado por no tener un uso continuado. Además, en los equipos de urgencia -como ambulancias o unidades de cuidados críticos- tampoco podrán tomar ninguna decisión, “a pesar de que cualquier minuto cuenta”.


Por su parte, la Organización Médica Colegial considera acertada la decisión del Gobierno, al “quedar perfectamente delimitado el campo de actuación y competencias de ambas profesiones en relación a los medicamentos sujetos por ley a la prescripción médica”. Asimismo, el presidente, Juan José Rodríguez Sendín, ha destacado que en el caso de las vacunas, al decirlo una autoridad sanitaria, “es de obligado cumplimiento”.


Respecto a las otras acciones que según los enfermeros no podrán realizar a partir de la publicación del Real Decreto, Rodríguez Sendín ha puntualizado que hay establecidos protocolos estrictos en cada uno de los servicios sobre cómo actuar al respecto.


Desde el Sindicato de Médicos de Aragón también dan la bienvenida a un documento que regula los límites de ambas profesiones, al mismo tiempo, que subrayan la importancia de la enfermería en la labor sanitaria. "Este Real Decreto simplemente señala cuál es la función de cada uno y no va a afectar al funcionamiento de los servicios sanitarios", asegura Lorenzo Arracó, secretario general. 


Una opinión que comparte Juan Urdániz, secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC. OO. Aragón. “No se van a producir cambios porque existen una rutinas de funcionamiento”, explica Urdániz. Lo ejemplifica con el hecho de que los propios familiares de los enfermos pueden suministrar insulina una vez que el médico ha pautado ese medicamento, “la misma labor que llevan a cabo en los centros sanitarios”.


Al mismo tiempo especifica que el Real Decreto aprobado no tiene “nada que ver con la prescripción enfermera”. “La prescripción enfermera es una reivindicación de hace años, que si se aplica correctamente puede ser útil para el control de enfermedades crónicas, pero con lo aprobado, no se produce ninguna modificación”, recalca.

Una negociación a dos


Tanto CSIF como UGT y CC. OO. han criticado la manera de llevar a cabo la negociación de este Real Decreto. “Este documento se ha aprobado solo con el consenso de los foros de enfermería y medicina, mientras que han dejado fuera al resto de sindicatos y no se ha llevado a cabo en la Mesa General de Sanidad, que es dónde se deberían debatir estos temas”, explica Evangelino Navarro, representante autonómico de Sanidad del sindicato CSIF.


En su opinión, el Gobierno central debería replantear la situación y devolver el documento a la negociación, “pero en la Mesa General y no por separado”. “De este modo, habría más opiniones y opciones para resolver el problema que ahora está enfrentando a médicos y enfermeros”, recalca. No obstante, reconoce que el actual Ejecutivo no se ha caracterizado por esta tendencia y que seguramente se acabe publicando en unas semanas.

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