El servicio de Urgencias del hospital Clínico se satura también en pleno mes de agosto

El calor ha disparado las atenciones en las últimas semanas. Los trabajadores piden un incremento de la plantilla de enfermería en el turno de la noche

A primera hora de la tarde, algunos pacientes esperaban en los pasillos que rodean los boxes de Urgencias del hospital Clínico.
El servicio de Urgencias del hospital Clínico se satura también en pleno mes de agosto.
Asier Alcorta

Las Urgencias del hospital Clínico de Zaragoza se saturan también en pleno verano. Los trabajadores del centro sanitario han denunciado una sobrecarga de trabajo durante los meses de julio y agosto, con momentos de congestión puntuales de hasta diez pacientes en el pasillo y esperas de cuatro o cinco horas para ser ingresados en planta. Durante la jornada del lunes (hasta las 8.00 de ayer) se atendieron 340 urgencias, cuando para esta época del año se espera que estén a medio gas y que no se superen las 270.


Los trabajadores han criticado la situación tras llevar tiempo a pleno rendimiento. Aunque no se puede decir que sea el único desencadenante, las altas temperaturas de las últimas semanas han disparado las atenciones sobre todo de gente mayor con pluripatologías de base e insuficiencia respiratoria, que necesita en muchas ocasiones su ingreso en Medicina Interna para estabilizar su estado. Según apuntaron diversas fuentes sanitarias, uno de los días de este verano llegó a haber hasta diez pacientes de este tipo pendientes de subir a planta. Y durante otra de las jornadas más complicadas se pensó incluso en trasladar a enfermos a unidades de cuidados intensivos de otros hospitales, aunque finalmente se buscó una solución con los recursos del propio centro sanitario.


Aunque los pasillos estaban bastante despejados, este martes mismo a media mañana en la sala de observación esperaban hasta 15 pacientes. "Hoy a las ocho de la mañana había ya 14 enfermos por ser atendidos. Llevamos todo el verano así. No paramos", confirmó este martes uno de los trabajadores del servicio. El lunes llegaron a coincidir hasta 23 pacientes en las salas de observación y a mediodía de ayer, ya habían pasado por el servicio de admisión entre 88 y 90. "No llevamos mucho esperando, pero se nota que están a tope", señaló uno de los familiares que acompañaban a un enfermo en Urgencias.


Ante el incremento de las quejas, la sección sindical de CSI-F en el hospital Clínico anunció este martes que remitirá un escrito a la dirección de enfermería del centro para pedir un incremento de plantilla. Sobre todo, según aseguran, se requieren más auxiliares de enfermería y enfermeras en los turnos con más carencias (los de la tarde y la noche).


Aunque aseguró que la situación está totalmente controlada y no se han registrados problemas, el gerente del hospital Clínico, José Antonio Gil Lahorra, reconoció que la demanda de urgencias era bastante elevada y estaba lejos de tratarse de un verano a medio gas. A lo largo del año, el servicio atiende cada día entre 300 y 420 o 430 pacientes al día (a estos picos se llega en invierno), pero para este momento del año lo normal es que hubieran descendido aproximadamente a unas 270.

Aumento de ingresos

El responsable del Clínico aseguró que debido al calor la demanda de ingreso de los pacientes más mayores se ha disparado. Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones es la dificultad para conseguir cama lo que impide liberar las Urgencias. Y es precisamente durante la segunda quincena de julio y el mes de agosto cuando se bloquean más habitaciones aprovechando que el número de operaciones programadas se reducen significativamente. Este año, durante el mes central del verano, el Clínico tiene inoperativas 203 camas al día.


De momento, el gerente del Clínico, José Antonio Gil Lahorra, explicó que no se ha pensado en incrementar la plantilla del servicio, aunque adelantó que si llega una solicitud por parte del personal se atenderá y se estudiará la petición.


La saturación de las Urgencias es algo habitual durante los meses del invierno, pero este está siendo un verano especialmente duro por las altas temperaturas. Según la evaluación realizada por el Departamento de Sanidad, de los 96 afectados hasta agosto de este año por efectos del calor, nueve necesitaron ser ingresados y se registró un fallecimiento en la provincia de Huesca. El año pasado, ninguna de las 35 personas atendidas en Urgencias necesitó ingreso hospitalario y no se produjo tampoco ninguna muerte.


La mayoría de los pacientes que acuden estos días a las Urgencias por problemas relacionados con el calor: sufren síncopes, insolaciones, calambres, agotamiento severo y también golpes de calor.


Esta última patología es una afección muy grave que puede causar la muerte. Sucede cuando el cuerpo no puede controlar su temperatura y esta se eleva por encima de los 40 grados. También se caracteriza por una pérdida de conciencia que apenas se recupera, piel roja, pulso débil, mareo y gran confusión. Cuando se sospecha que alguien lo sufre, hay que llevarlo a un hospital.


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