Qué debes hacer (y qué no) si este verano te pica una medusa

Un experto advierte de que no hay que caer en "soluciones tan extendidas como equivocadas".

Varias personas enseñan en una red las medusas recogidas de la playa de Getares en Algeciras
Varias personas enseñan en una red las medusas recogidas de la playa de Getares en Algeciras
EFE/A.Carrasco Ragel

El jefe del servicio de urgencias de Centro Médico Quirón Fuengirola (Málaga), el doctor Juan Carlos Galindo, ha recomendado, ante el roce de una medusa, "revisar y lavar la zona con abundante agua de mar, intentar quitar los tentáculos o restos que queden, usando guantes o cualquier objeto que no dañe la piel" y también "aplicar vinagre reducido al 50%, aplicar agua con bicarbonato y frío en la zona afectada y acudir al servicio de urgencias".


Según han informado desde grupo Quirón, a través de un comunicado, durante la época estival se incrementa el riesgo de sufrir picaduras de medusas, mosquitos, abejas o avispas y los daños provocados por ciertos animales marinos y por algunos insectos "están entre los grandes peligros del verano".


En cada caso se requieren, han explicado, "determinados principios básicos de prevención y tratamiento, cuyo conocimiento sirve para paliar los síntomas y no caer en soluciones tan extendidas socialmente como equivocadas".


En el caso de las medusas, el doctor Galindo ha señalado que "no es conveniente lavar la zona con agua dulce ni orinar, como tampoco aplicar hielo directamente, echar arena o restregar la toalla".


Ha indicado que entre otras toxinas, su veneno contiene hipnocina, que provoca somnolencia, parálisis muscular y respiratoria y tiene propiedades anestésicas; talassina, que en dosis pequeñas produce urticaria y edema y en una cantidad elevada, parálisis nerviosa; y congestina, que ataca el tracto digestivo y provoca vómitos, dolores abdominales, además de problemas respiratorios.


En el caso del erizo de mar, es responsable de causar heridas a numerosos submarinistas y nadadores que pisan su cuerpo cubierto de espinas. Estos animales tienen dos mecanismos de defensa diferentes; el primero son las espinas, que producen heridas punzantes; y el segundo, unos órganos más pequeños y delicados llamados pedicelarios, que sirven para apresar. Se hallan entre las espinas y liberan veneno cuando los erizos atacan.


"Sus heridas punzantes producen hinchazón, enrojecimiento, dolor e infección y múltiples pinchazos profundos que pueden provocar, incluso, parálisis, fallo respiratorio y muerte", han indicado en el comunicado, por lo que han apuntado que "es importante tratar estas heridas punzantes inmediatamente para evitar complicaciones".


Para ello, "se debe salir del agua, revisar la zona afectada, extraer los pinchos, sumergirla en agua caliente o vinagre, tomar un analgésico y acudir al servicio de urgencias", según ha incidido el especialista de Quirón Fuengirola.


En cuanto a las avispas y abejas, ha señalado que "ocasionan peligrosas reacciones mientras que, si no somos alérgicos, producen un doloroso pinchazo con edema e inflamación". En el caso de las abejas, es necesario "quitar el aguijón sin usar pinzas para que no se extienda el veneno, lavar el área afectada con agua y usar un antiséptico. También es útil aplicar frío".


Los mosquitos y tábanos succionan sangre y, a su vez, introducen saliva, lo que provoca picor. Para prevenirlas, "es práctico el uso de ropa de manga larga y pantalones. Además, se recomienda servirse de mosquiteras e insecticidas", añade el doctor Galindo.


Sobre el pez araña, también conocido como pez escorpión, permanece la mayor parte del tiempo semienterrado o posado sobre el fondo del mar, especialmente en los arenales. Es una especie muy abundante y también una de las más venenosas. Sus radios espinosos, de las aletas dorsales y pectorales, contienen una sustancia venenosa que causa, al clavarse en la piel, un dolor agudo e hinchazón.


Para prevenir su picadura, resulta de gran ayuda el uso de calzado protector, como cangrejeras, sandalias o similares. Ante la picadura, el especialista aconseja "limpiar la herida con suero salino para arrastrar restos de tejido y de púas, verificar la ausencia de restos de estas, pues contienen glándulas venenosas y pueden prolongar el envenenamiento, sumergir inmediatamente el miembro herido en agua caliente para inactivar las toxinas, aplicar crema con cortisona y acudir al servicio de urgencias".

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