Está demostrado que el consumo de los alimentos adecuados incrementa el cociente intelectual, mejora el estado de ánimo y la estabilidad emocional. En palabras de la 'coach' nutricional Asun Armas Prado, de Espacio Ágape, llevar "una alimentación equilibrada es la base para el buen funcionamiento de todo nuestro organismo, incluido el cerebro". De esta forma, el consumo de ciertos alimentos, como los que se describen a continuación, "refuerza la memoria y mantiene la mente en forma".

"Hay nutrientes que son esenciales para estar bien y es importante saber cuáles son, en qué alimentos se encuentran y cómo podemos introducirlos en nuestro día a día", subraya la nutricionista. 

Así, para una buena "puesta a punto", el cerebro necesita, en primer lugar, alimentos que ayuden a equilibrar la glucosa, que es el combustible del cerebro; pero también grasas esenciales para mantenerlo bien engrasado, fosfolípidos -para reforzar la memoria-, aminoácidos esenciales y nutrientes 'inteligentes' como determinadas vitaminas y minerales.

Estos son cinco alimentos "importantes" que, a juicio de los nutricionistas, hay que incluir en la dieta para reforzar la memoria y estimular la mente:

La quinoa. Se considera un pseudocereal y pertenece a la familia de las espinacas y las remolachas. Entre sus principales ventajas -destaca esta nutricionista- está el hecho de que es muy digestiva y no contiene gluten. "La aceptan muy bien las personas que tienen dificultades digestivas y está indicada para celiacos", explica. Además, es relativamente pobre en lípidos o grasas y posee un contenido mayor en minerales que otros cereales -especialmente hierro, calcio, fósforo y potasio-. Por otra parte, indica: "sus proteínas contienen todos los aminoácidos esenciales fundamentales para el buen funcionamiento del cerebro". Las sardinas. Al ser un pescado azul es una "muy buena fuente de omega-3, que ayudan a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos, además de aumentar la fluidez de la sangre y reducir así el riesgo de aterosclerosis y trombosis", detalla Armas. Por este motivo, recomiendan el consumo de sardinas y otros pescados azules de dos a tres veces por semana, ya que "este tipo de grasas ayudan a mantener el cerebro bien engrasado". Las nueces. Son un fruto seco rico en ácidos grasos esenciales, necesarios para la "función neuronal". Así pues, estos mejoran la capacidad de aprender y ayudan a controlar los trastornos de humor. Además -añade- la vitamina E protege de la oxidación. "Una costumbre sana y fácil es incorporarlas a nuestra dieta diaria y tomarlas con moderación, de 3 a 4 nueces al día", aconseja esta nutricionista. El brécol. De la familia de las crucíferas -como la coliflor, la col, las coles de Bruselas, la col rizada y los nabos-, el brécol es rico en fibra, vitaminas A (betacaroteno), C, E, K y algunas del grupo B -como ácido fólico, B3 y B6-. Además, posee buenos minerales y compuestos sulfurados que lo convierten en una verdura antioxidante "extraordinaria para la salud", con muchos folatos beneficiosos para la memoria. La mejor opción -sugiere Armas- es tomarla al vapor. La calabaza. Además de ser ligeramente diurética y laxante, la calabaza actúa como un bálsamo digestivo. "Sus hidratos de carbono se asimilan de forma lenta. Es rica en vitaminas del grupo B y en tres antioxidantes como el betacaroteno, la vitamina C y la vitamina E", explica. Este vegetal ayuda a acelerar las reacciones del cerebro y a mejorar la memoria. A la hora de consumirlo, Asun Armas recomienda rallarlo en ensaladas o bien apostar por la cocción, que "realzar su sabor". Ir al suplemento de salud.