Un estudio en Huesca analiza la actividad física y el sedentarismo de los adolescentes

Analiza las realidades de Tarbes y Huesca comparando el nivel de españoles y franceses. La práctica de actividad física moderada-vigorosa es más elevada en España.

Nuevas disciplinas para hacer ejercicio.
Los niveles de práctica de actividad física moderada-vigorosa (AFMV) son más elevados en España.
PRINCESS STUDIO

Un estudio realizado en el Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza compara el nivel de actividad actividad física o de sedentarismo de los adolescentes españoles y franceses, y los factores que influyen en esas prácticas.


El trabajo, analiza las realidades de Tarbes y Huesca, dos ciudades de tamaño medio que están a un lado y a otro del eje pirenaico, ha sido realizado por Alberto Aibar, profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, y antiguo estudiante del campus altoaragonés.


Este trabajo se ha realizado sobre una población de más de 800 adolescentes de esas dos localidades. El estudio ha contado con la colaboración con la Universidad de Pau, siendo codirigido, como investigación doctoral, por el profesor del Campus de Huesca Eduardo Generelo, y los de la universidad francesa, Julien Bois y Tierry Pallard.


Esta investigación ha merecido uno de los premios extraordinarios de doctorado de la Universidad de Zaragoza de este año, junto a otras investigaciones, de diversas temáticas, vinculadas al Campus de Huesca.


"La práctica de actividad física y su contribución en términos de salud al bienestar de la población constituye un elemento de vital importancia en la sociedad actual. A su vez, la adolescencia es un periodo clave en la construcción de hábitos perdurables de práctica de ese ejercicio físico", ha señalado Alberto Aibar.


Sin embargo, ha añadido que "a nivel global parece que la práctica deportiva resulta insuficiente en esta franja de edad, por lo que estamos ante un problema relevante en nuestro entorno", que puede afectar de forma negativa a la salud de los adolescentes. Esas has sido algunas de las motivaciones de este trabajo, realizado sobre una población formada por 828 adolescentes, mitad españoles y mitad franceses, entre los que había un 55,3 por ciento de mujeres.


Son múltiples los factores que pueden influenciar una mayor o menor práctica de actividad física en los adolescentes y que se han tenido en cuenta en el estudio. El profesor oscense ha citado, ente ellos las condiciones climatológicas, el modo de transporte utilizado o la percepción ambiental del entorno próximo que tenga cada individuo. También, el tipo de motivación, el grado de satisfacción de las necesidades psicológicas básicas que se obtiene de su práctica o el apoyo recibido por agentes del entorno próximo, como los padres.

Los españoles hacen más ejercicio

Los resultados de este trabajo muestran que los niveles de práctica de actividad física moderada-vigorosa (AFMV) son más elevados en España (60 minutos) que en Francia (47 minutos). De igual manera, el tanto por ciento de población que cumple las recomendaciones internacionales de práctica de AFMV es reducido, si bien en España el porcentaje (45 por ciento) es mucho mayor que en Francia (21 por ciento).


El mayor nivel de AFMV de los adolescentes españoles en comparación con los franceses se puede encontrar en cualquier periodo temporal de la semana, excepto en el tiempo escolar, donde no se observan diferencias significativas entre ambos países. Esta tesis doctoral también muestra cómo, tanto a nivel global como en los diferentes periodos temporales de la semana, los chicos son significativamente más activos que las chicas.


La práctica de determinados comportamientos sedentarios resulta excesiva en la población analizada, tanto en España como en Francia. Además, algunos de estos comportamientos parecen ser significativamente más frecuentes en España (el estudio, por ejemplo), mientras que otros lo son en Francia (los videojuegos y móvil para comunicarse, entre ellos).


De igual manera, los comportamientos sedentarios, según este estudio, tienen diferencias en cuanto al género, siendo el uso de videojuegos y el uso del teléfono móvil para jugar más común en los chicos, mientras que el tiempo de estudio, el uso del ordenador y el uso del móvil para comunicarse más común en las chicas.


Temperaturas más cálidas, menos precipitaciones y el uso de un transporte activo promueven niveles más elevados de actividad física en ambos países. Formas más autónomas de motivación, mayores niveles de satisfacción de las necesidades psicológicas básicas y un mayor apoyo del padre favorecen igualmente su práctica. Y, en cuanto a las diferencias culturales, la mayor o menor autonomía sobre la actividad física, y la influencia de los padres y de otras personas, han sido más determinantes en España que en Francia.


El estudio propone la puesta en práctica de programas de promoción de la actividad física específicos, debido al bajo nivel de práctica detectado, que, considera, deberían complementarse a su vez con estrategias dirigidas al control de determinados comportamientos sedentarios.


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