Aragón modifica su plan contra el infarto de miocardio para reducir un 5% su mortalidad

Se dará prioridad a las angioplastias frente al uso de medicamentos y habrá refuerzo del personal médico y de enfermería ?en los hospitales.

Presentación del un nuevo plan denominado Código Infarto
Aragón modifica su plan contra el infarto de miocardio para reducir un 5% su mortalidad

Aragón pondrá en marcha un nuevo plan denominado Código Infarto, con el que esperan reducir un 5% la mortalidad en los infartos agudos de miocardio más graves, al dar prioridad a la angioplastia primaria -abrir la arteria mediante un cateterismo- frente a la fibrinolisis -abrirla con un fármaco-.


Esta medida modifica la estrategia que se desarrollaba desde 2006 en Aragón con el Programa Triamar, en el que la prioridad era el uso de medicamentos, y con ella se adapta a la gran mayoría de las autonomías españolas y al objetivo europeo de realizar el mayor número posible de angioplastias.


Así lo ha comunicado en rueda de prensa la doctora Isabel Calvo, jefa de Servicio de Cardiología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, quien ha informado también de que ya se han hecho previsiones de las necesidades que conllevará la implantación de este Código Infarto y de que ya se ha producido un refuerzo del personal médico y enfermería en los hospitales.


El ámbito de actuación de este plan será concretamente el del tipo de infarto más grave, el denominado Infarto Agudo de Miocardio con Elevación del Segmento ST (Iamest), y nace con los objetivos de reducir al mínimo el tiempo de espera y diagnóstico, la aplicación de la mejor opción terapéutica a cada caso y conseguir que Aragón se sitúe por encima de la media española en la práctica de angioplastias primarias.


Con ello, el Código Infarto pretende corregir los problemas que observaban en la aplicación del anterior programa Triamar, del que, no obstante, Calvo ha afirmado que algunos de los aspectos de esta red de funcionamiento fueron "pioneros" en España, como las guardias compartidas en los dos grandes hospitales de Zaragoza o la coordinación con el 061.Retrasos


Las debilidades más importantes de este plan eran los retrasos en los traslados o los diagnósticos o el coste añadido que suponía priorizar la opción de la fibrinolisis, ha apuntado.


En todo caso, la doctora ha asegurado que a cada paciente se le practicará la técnica más apropiada para su caso particular, para lo que también tendrán en cuenta otras variables como el lugar donde se encuentre, debido a la centralización de los servicios de hemodinámica en los dos grandes hospitales zaragozanos, el Clínico y el Miguel Servet.


Por tanto, se ha considerado que si el tiempo estimado para el traslado a Zaragoza no supera los 90 minutos, aproximadamente, se procederá al mismo, y de lo contrario se suministrará el fármaco para abrir la arteria y aplicar el cateterismo posteriormente.


Para ello, el Código Infarto dispondrá de una red de coordinación entre los dos principales hospitales de referencia, el resto de centros sanitarios de la Comunidad y el 061.


La doctora Calvo ha señalado que Aragón registra del orden de 450 infartos de este tipo al año, a los que habría que sumar tanto las sospechas como otros menos graves, lo que supone 1,5 casos al día, una cifra que supera la media española y que exige tener las infraestructuras preparadas en todo momento ya que no suele ser un goteo constante, sino que se producen picos en los que se pueden alcanzar nueve o diez casos que pueden desbordar la asistencia.


En cuanto a los pacientes con este tipo de dolencias, el procedimiento para ellos no cambia y pasa por llamar al 061, hecho que los profesionales recomiendan porque los enfermos llegan al hospital con un diagnóstico hecho y entran directamente a la sección de hemodinámica, sin pasar por urgencias como ocurriría si acudieran al centro por sus propios medios.


Asimismo, el coordinador del servicio de Hemodinámica del Hospital Clínico, José Ramón Ruiz, ha recordado a la población la importancia de que alerten rápidamente a los primeros síntomas para reducir así los tiempos de espera, así como que no es solo la técnica aplicada a cada caso lo que disminuye los fallecimientos, sino el buen funcionamiento de la red en su conjunto.