La auxiliar de enfermería española que ha sobrevivido al ébola, Teresa Romero, ha salido por primera vez de su casa de Becerreá (Lugo) tras un "reencuentro muy emotivo" con su familia, y ha asegurado que le apetece pasear y descansar.

En declaraciones a los medios de comunicación, Romero ha asegurado que ha pasado la noche "regularcillo", porque se ha "despertado mucho", y que la apetece pasear por el municipio tras llegar en la noche de este miércoles.

Con respecto a su enfermedad, Teresa ha apuntado que ha estado "muy mala", y que ha logrado superar el ébola gracias a sus compañeros. "He tenido el pulmón muy encharcado y no me dejaban beber agua. Soñaba con los manantiales de aquí", ha incidido, añadiendo que lo que peor llevaba era "no poder respirar".

Sobre la fama que ha adquirido, la auxiliar de enfermería ha aseverado que no se lo esperaba, y que "no lo lleva bien", porque era "una persona normal y corriente" y lo sigue siendo. También ha apuntado que aún no ha recibido oficialmente la propuesta para ser nombrada hija adoptiva predilecta del municipio.

Además, ha indicado que tenía "muchas ganas" de ver a su madre, y que lo primero que le dijo su marido, Jesús Limón, fue "que no llorara". Por su parte, éste ha indicado que han ido "a descansar" y a olvidarse "de que el mundo existe".

Teresa Romero salió del Hospital Carlos III el pasado miércoles tras 30 días ingresada por estar contagiada por ébola. Anunciaron su intención de ir al pueblo de la familia materna de Teresa durante unos días para descansar y recuperarse antes de volver a la capital.