Puntuales acudieron ayer a su cita los primeros receptores de la vacuna de la gripe de este año. La campaña para que los enfermos crónicos, las embarazadas y las personas mayores (entre otros) pidan cita contra el virus arrancó ayer en Aragón y, como siempre, tuvo un ejército de fieles cumplidores y algún detractor. Las enfermeras ya no se sorprenden: saben que mientras unos acuden corriendo el primer día, otros se intentan librar del pinchazo alegando razones más o menos peregrinas. Entre ellas, que pillarán la enfermedad solo con vacunarse o que la pasarán incluso más fuerte si reciben su dosis. 

"Nada más lejos de la verdad", explicaba ayer con paciencia Luisa Lozano, enfermera del centro de salud Fuentes Norte, donde calculan que, cada día, inmunizarán a 300 personas. "Lo que sí que es posible es que las personas vacunadas se acatarren durante el invierno como cualquier persona, porque la vacuna protege contra el virus de la gripe, pero no contra las bacterias que causan otros procesos estos meses", concretó Luisa. 

Rafaela García (73 años) fue una de las que ya ayer hizo los deberes. Lleva doce años vacunándose y asegura que es una costumbre que no le pesa. "Me la pongo porque me dicen que debo hacerlo, no me causa ningún problema", aseguró. "Lo que ya va peor son las ruedas...", comentó con sentido del humor, señalando sus piernas. 

En Aragón, cada centro de salud se organiza de forma diferente, aunque en todos es posible citarse mediante tres vías: en el mostrador, por internet (www.saludinforma.es) o por teléfono (902 555 321). 

La vacuna evita mayores problemas de salud en los grupos de riesgo: aragoneses de más de 65 años, embarazadas (en cualquier momento de la gestación), personas que sufren insuficiencia respiratoria, asma, diabetes o alguna enfermedad grave (un cáncer, por ejemplo) y personal sanitario. La gripe es una enfermedad que no tiene por qué complicarse en el caso de personas sanas, y por eso se recomienda en casos concretos. 

Aragón ha comprado 255.000 vacunas que, como desde hace años, contienen también cepas de la conocida como gripe A, que ya es una vieja conocida. Se espera que el pico de casos llegue en enero.