Las consultas de Pediatría de los centros de salud aragoneses no siempre están ocupadas por estos especialistas, que cada vez más son sustituidos por médicos de Atención Primaria en caso de jubilación, vacaciones o bajas. Así lo indican desde la Asociación Española de Pediatría, que alerta de que en algunas comunidades esta situación puede afectar hasta al 40% de las consultas.

En la Comunidad, según datos de la Sociedad de Pediatras de Aragón, La Rioja y Soria (SPARS), hay 16 plazas de pediatras cubiertas por médicos sin la especialidad: una, en el sector sanitario de Huesca; tres, en Alcañiz; cinco, en Teruel; y siete, en Barbastro. Sin embargo, informan, solo en Aragón habría un total de 525 asociados (aunque no todos ellos estén en activo).

En estos momentos -reconoce la doctora Nuria García, presidenta de SPARS- la "no sustitución" de este tipo de especialistas se ha convertido en una práctica habitual, de forma que "cuando un pediatra se va, los propios compañeros asumen -además de sus pacientes- a una parte de aquellos que le corresponden al que falta".

En concreto, en el Centro de Salud Delicias Sur, donde trabaja esta doctora, para ser sustituido o que haya un reparto entre el resto de profesionales médicos del ambulatorio es necesario que coincidan dos pediatras fuera de consulta (por jubilación, de vacaciones o baja). En otras ocasiones, matiza, se trata de un acuerdo "tácito" establecido entre los propios profesionales para garantizar a los niños ese servicio y son los médicos de Atención Primaria los que se hacen cargo de las consultas hasta que dicha plaza sea cubierta por un especialista. 

"En Aragón tenemos un gran déficit de pediatras y en muchas ocasiones cuesta encontrar sustituto", confiesan desde el sindicato médico CSI-F Aragón en alusión a las zonas rurales. Así pues, por normal general, suele ser en estas localidades donde más cuesta cubrir las plazas. Sucede, por ejemplo, en Calamocha, Castejón de Sos, Mora de Rubielos, Graus y Monzón. 

"Existe una cierta reticencia a desplazarse a zonas lejanas de tu lugar de residencia", reconoce la presidenta de SPARS, para quien habría formas de favorecer estos traslados y solucionar la carencia de pediatras en el medio rural aragonés.

"Lo ideal sería que hubiera alguna compensación (no económica), como la posibilidad de baremar o que se garantizasen turnos de traslados con la periodicidad adecuada", reclama. 

Diez minutos de consulta por niño

Los tiempos de consulta tampoco suelen ser fijos y si bien lo "recomendado" es dedicar entre 10 y 15 minutos por paciente, los especialistas reconocen que pueden variar en función de la "presión asistencial" de cada zona. 

"Desde la Asociación Española de Pediatría se postula que el cupo óptimo no supere las 1.000 tarjetas individuales sanitarias", precisa la doctora García, quien reconoce a su vez que en muchas ocasiones solo disponen de una media de entre seis y ocho minutos. "Al final -puntualiza- no solo le hacemos esperar al último paciente, sino que nosotros también demoramos nuestra hora de salida para dar respuesta a esa presión asistencial".

Atención especializada

En cualquier caso, y en contra de la tendencia a ser sustituidos por médicos de Atención Primaria, desde la Asociación Española de Pediatría insisten en la "importancia" de que dichas sustituciones se hagan con el personal más cualificado para el puesto, que en estos casos es el pediatra, "un médico que se ha formado durante cuatro años para hacer su especialidad y que tras aprobar la oposición del MIR, ha rotado por distintos hospitales", según subrayan.

"De esta forma queremos que cuando un niño acuda a consulta por prevención o para el tratamiento de enfermedades agudas, reciba una atención completa a su proceso y no solo un servicio puntual", concluye la presidenta de SPARS.

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