Ayuda a los científicos a combatir al mosquito tigre! Entre todos, dibujaremos el primer mapa del mosquito tigre en España y descubriremos sus lugares de cría». Así animan a los ciudadanos los investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC a colaborar con ellos. A través de la aplicación para móvil Tigatrapp, durante toda la temporada de actividad de este mosquito –de junio a octubre–, es posible contribuir al seguimiento necesario para estudiar dónde se encuentra y cómo se dispersa esta especie. 

Gracias a este ejercicio de ciencia ciudadana, financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, Recercaixa y Bloom, día a día se va configurando el mapa del mosquito tigre, que refleja en tiempo real los datos enviados por los participantes en el proyecto. Unas 1.200 personas tienen la ‘app’ instalada.Una especie invasora

El mosquito tigre (Aedes albopictus) es una especie invasora del Sudeste Asiático. Habita y cría en zonas urbanas, es un vector potencial de enfermedades virales tropicales (como el dengue o la fiebre amarilla) y es muy molesto por sus agresivas picaduras. El mosquito no genera las enfermedades, sino que las transmite de persona a persona. En Europa es difícil que esto pase porque los pocos casos son ‘importados’ de otros países.

Se cree que llegó a nuestro país en 2004, cuando se vio por primera vez en Sant Cugat del Vallès. Actualmente se encuentra en muchos municipios de Cataluña, especialmente en los alrededores de Barcelona y cerca de la costa. Más recientemente ha llegado a Valencia, las Islas Baleares y Murcia. Es, por tanto, una especie con un gran potencial invasor.

El mosquito tigre es un mal volador y no le gustan los espacios abiertos. Por su cuenta solo puede recorrer centenares de metros. ¿Cómo se desplaza entonces entre los diferentes países? Nosotros mismos le ofrecemos transporte para los viajes largos. «Está demostrado que su dispersión mundial se ha producido dentro de neumáticos usados, amontonados en barcos de carga, que contienen los huevos y los introducen en los países de destino de la mercancía –detalla la web del proyecto–. A escala más local, hay indicios muy claros de que se desplaza en el interior de los coches». 

¿Y qué interés tienen para la ciencia estas aportaciones voluntarias? Aitana Oltra, coordinadora del proyecto Atrapa el Tigre, destaca su importancia porque «es una especie difícil de detectar (es pequeña y a menudo cría en zonas privadas), pero, a la vez, su presencia puede representar una amenaza a la calidad de vida y un problema de salud pública que nos implica a todos». 

Atrapa el Tigre surgió en el verano de 2013 en Gerona, como proyecto piloto. Aquella experiencia sirvió para comprobar que la colaboración ciudadana podía ser una herramienta útil tanto para la investigación como para la gestión y el control de esta especie.

Además, los participantes no solo forman parte de un proyecto de investigación, sino que adquieren conocimientos necesarios para aplicar medidas preventivas en sus propios hogares. 

CÓMO PARTICIPAR: 

Participar es fácil. Después de probarse el año pasado en Cataluña, la experiencia se ha extendido a toda España. Basta descargarse en el móvil o tableta la app Tigatrapp y abrir los ojos para localizar ejemplares adultos de mosquito tigre y encontrar sus lugares de cría. 

¿Cómo reconocerlo? Los adultos son pequeños y negros, con una raya blanca en la cabeza y en el tórax y rayas blancas en el abdomen y en las patas. Una vez avistado, hay que marcar su posición con la ‘app’. Es un mosquito casero, sus lugares de cría son recipientes pequeños, con agua estancada (sin peces), como neumáticos abandonados al aire libre o cubos y, en casas, jardines o balcones, en jarrones, platos, ceniceros... 

La aplicación está disponible para dispositivos Android y en App Store. 

Toda la información en www.atrapaeltigre.com/