Bajo el sol, ejercicio físico con cautela

En la época estival, extremar las precauciones a la hora de practicar deporte al aire libre es vital para evitar sustos.

Seguridad. Adaptar la ropa y el calzado, hidratarse o utilizar protector solar son básicos para combatir los efectos del sol.
Bajo el sol, ejercicio físico con cautela
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Aunque pueda parecerlo, la fiebre del ‘running’ no cesa en verano. Podría pensarse al observar la desaparición de corredores de las calles durante las horas centrales del día. Ahora, la mayoría de amantes de la carrera solo se dejan ver durante los primeros compases de la mañana y los últimos de la tarde. Estos momentos son los mejores para protegerse de las altas temperaturas y del sol y para evitar  insolaciones y golpes de calor. Para ellos y para el resto de deportistas.


La etapa estival no tiene por qué ir ligada a olvidarse del deporte al aire libre o condicionarlo solo a su práctica en el agua, si bien es fundamental tomar precauciones para que la actividad física se convierta en un ejercicio sin riesgo alguno. Una de las claves, según cuenta Max Mendoza, médico de familia retirado y miembro del Aula de Salud del Colegio de Médicos de Zaragoza, pasa por no hacer más esfuerzo del que pensamos que podemos hacer. "En las vacaciones, nos cargamos de bicicletas, palas, pelotas...,  queremos hacer todo lo que no hemos hecho en el año y hay problemas por ello. Hay que regularlo, entrenar poco a poco hasta llegar al punto óptimo", explica Mendoza.


Los profesionales recomiendan que una persona que no hace ejercicio físico habitualmente y que quiere hacerlo en verano deberá empezar andando 10 minutos e ir aumentando progresivamente el tiempo cada semana. Mientras, "quienes sí lo hacen, no tienen por qué tener problema alguno: controlan el tiempo, la velocidad y las calorías quemadas", cuenta.


Al caminar, correr o montar en bicicleta, tan importante será el elegir la hora adecuada como el buscar el mejor escenario: los recorridos o senderos sombreados que eviten la exposición directa a los rayos ultravioleta son los más transitados. Además, esto habrá que complementarlo con la utilización de un protector solar para evitar quemaduras en la piel. Como indica Max Mendoza,  las peores horas para realizar deporte al aire libre comprenden entre las 12.00 y las 16.00. "El factor de protección no deberá bajar nunca del  20, incluso en los días nublados, cuando el sol quema igual". Además, hay que tener en cuenta el equipamiento. Cómodo, ligero y transpirable. Son las tres características principales que ayudarán a eliminar el calor. El algodón, por ejemplo, absorberá el sudor, y si la ropa es amplia y clara, permitirá el movimiento y reflejará los rayos solares. Aunque es fundamental, muchas veces se descuida la ropa deportiva y se olvida el uso de gorras o gafas de sol. 


Compañera irreemplazable debe ser también la botella de agua. Hidratarse es vital para reponer líquidos y sales perdidas a través del sudor, no solo después, sino antes y durante el ejercicio. "Hay que tomar líquido, si puede ser agua, mejor, para compensar la que perdemos al sudar y respirar. A mayor exposición al sol, más nos tenemos que hidratar", apunta Mendoza.


Con estas cautelas, todo apasionado del deporte hará que una de las mejores opciones para aprovechar el tiempo libre y las horas de luz solar que nos ofrece esta cálida época del año no se convierta en una experiencia de ingrato recuerdo.


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