Temen que el alzhéimer se convierta en una epidemia

Un congreso médico en Barcelona reunió a algunos de los expertos mundiales en esta enfermedad.

Exposición interactiva de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer, en Huesca.
Temen que el alzhéimer se convierta en una epidemia
Rafael Gobantes

Algunos de los científicos de referencia mundial en la lucha contra el mal de Alzheimer alertaron este miércoles en un congreso médico celebrado en Barcelona del riesgo de que la enfermedad se convierta en la epidemia del siglo XXI.


La neuróloga del Hospital General de Massachusetts Teresa Gómez-Isla, el científico de la Universidad de Cambdrige Christopher Dobson o la experta del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona Natalia Carulla, hicieron una llamada general a gobiernos y entidades privadas para que incrementen los recursos destinados a investigar el alzhéimer y a que estos se equiparen a los que se dedican a la luchar contra el cáncer, que son en estos momentos 10 veces superiores. 


Unos 40 millones de personas en todo el mundo -600.000 en España- padecen esta enfermedad neurodegenerativa, que comporta la pérdida de la memoria, el habla, el control emocional y la habilidad de razonar y tomar decisiones lógicas. Según los datos expuestos en el congreso científico, en el año 2050, el número de personas afectadas por esta patología se multiplicará por tres respecto a la cifra actual y por tanto se erigirá en la "plaga del siglo XXI", teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento de la población.


Por ello, los asistentes a la Conferencia Barcelona Biomed sobre alzhéimer y la proteína beta amiloide pidieron más recursos, por lo que supondrá la enfermedad y porque hasta ahora han fracasado casi todos los estudios clínicos que se han hecho. Según Gómez-Isla, el mal de Alzheimer es actualmente imposible de prevenir, se diagnostica habitualmente en estados avanzados, y no existe ningún fármaco que ralentice su progresión.  Así, el 99,6% de las terapias ensayadas han fracasado, lo que a su juicio frena a buena parte de la industria a invertir en nuevas pruebas. "Después de un siglo, no tenemos un tratamiento, tenemos únicamente tratamientos sintomáticos con beneficios muy modestos y ésta es la mala noticia, la buena noticia es que estamos avanzando en algo impensable hace unos años: ver las lesiones cuando alguien está vivo. Esperamos que no vuelvan a pasar cien años más hasta lograr una cura", afirmó.


Para los expertos, la clave es diagnosticar la enfermedad antes de que aparezcan los primeros síntomas y este es el objetivo de muchas de las líneas de investigación actuales. "Si la entendemos muy bien a nivel molecular podemos hacer alguna cosa para paliarla", dijo Natalia Carulla.


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