Sin miedo a los implantes

Avances en la sedación farmacológica, las nuevas técnicas para la regeneración de los huesos de la boca y la implantología guiada por ordenador han mejorado el procedimiento para sustituir piezas dentales.

Implantes dentales
Sin miedo a los implantes

El empleo de la sedación farmacológica para hacer más confortable el tratamiento, la implantología guiada por ordenador y las nuevas técnicas de regeneración de huesos y encías son tres avances que han experimentado en los últimos años los implantes dentales, procedimiento recomendado para sustituir las piezas perdidas o muy deterioradas. Actualmente, los implantes dentales integrados en el hueso permiten el empleo de prótesis fijas, o removibles en algunos casos, cuyo aspecto y funcionalidad resultan similares a los dientes naturales.


Para facilitar la realización de los tratamientos de implantología oral, algunos centros están incorporando la sedación farmacológica, una técnica indicada para hacer más llevaderos los procedimientos dentales de larga duración.


Aunque se trata de un grado de sedación leve, resulta suficiente para conseguir que la sesión resulte mucho más confortable. "Está especialmente indicada para tratamientos largos o para personas que presentan una fobia exagerada al dentista. Así, el paciente conserva los reflejos de la vía aérea y puede seguir las instrucciones del personal que está llevando a cabo el procedimiento", detalla Luis Naval Gías, director del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial de la Clínica Universidad de Navarra, centro que ofrece la sedación farmacológica.


Mayor seguridad


Se trata de un tipo de sedación similar al empleado en otros procedimientos, como las gastroscopias o colonoscopias. "En nuestro caso, su aplicación está monitorizada durante toda la sesión por un anestesista y una enfermera. Además de la seguridad que supone para el paciente, ese control nos permite al equipo de cirujanos y dentistas centrarnos solo en el tratamiento", añade el especialista de la clínica.


Frente al uso de anestesia general para llevar a cabo un tratamiento largo o varios en una misma sesión, Naval destaca las ventajas de la sedación: "Empleamos dexmedetomidina, fármaco aprobado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, cuyo efecto desaparece a los 40 minutos de suspenderse su administración.


El paciente puede ser dado de alta dos horas después de que termine el procedimiento. Por tanto, se evitan los inconvenientes de la anestesia general como son un mayor coste o la necesidad de ingreso posterior".


Otro de los avances que han mejorado este procedimiento para sustituir piezas dentarias es la colocación de implantes guiada por ordenador, técnica en la que fue pionera la Clínica Universidad de Navarra. "La obtención mediante un escáner de imágenes tridimensionales ofrece un diagnóstico preciso sobre el estado de la mandíbula y maxilar superior del paciente. Nos muestra la disponibilidad de hueso y encía para poder anclar el implante, si necesita regeneración ósea, cómo es la oclusión o mordida?", detalla Luis Naval.


Además, añade, con estas imágenes se puede también planificar el tratamiento en el ordenador y luego trasladarlo a la boca del paciente: "Introduciendo los datos en un programa específico fabricamos una férula o guía de plástico que se ajusta en la boca del paciente y marca los puntos donde realizar las perforaciones. Gracias a esa precisión podemos colocar los implantes mediante una cirugía mínimamente invasiva, con mayor exactitud y en menor tiempo. Cuando las condiciones del paciente son buenas en cuanto a cantidad de hueso, puede tener los nuevos dientes en pocos días e incluso salir de la intervención con ellos".


Regeneración ósea


Precisamente, el estado del hueso en el que colocar el implante es uno de los aspectos fundamentales en este tratamiento. De hecho, en algunos casos es necesaria la regeneración ósea previa.


"Existen distintas técnicas para aumentar la calidad y la cantidad del hueso. Mientras que antes se obtenían fragmentos de otras partes del cuerpo, como la cresta ilíaca, que se atornillaban para generar hueso, ahora se toma hueso particulado o en polvo de una zona de la mandíbula en la que no se va a colocar implante", explica el director del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial de la clínica.


La obtención de estas partículas óseas se lleva a cabo mediante una técnica de raspado apenas invasiva, apunta: "La regeneración resulta mucho mejor porque es un hueso vivo. Al combinarlo con mallas o membranas flexibles que pueden ser reabsorbibles, se logra una reconstrucción en todas las dimensiones lo más similar posible a la zona ósea original, imprescindible para que los implantes tengan después un funcionamiento óptimo".


Al mismo tiempo, añade Naval, en la clínica navarra han iniciado estudios para la regeneración ósea mediante células madre procedentes de hueso particulado de la mandíbula del mismo paciente.


Volver al suplemento de salud