Reconstrucción a un paciente con huesos de cristal

Solo hay documentados seis casos similares en los últimos 15 años. 

Especialistas del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial y de la Unidad Dental de la Clínica Universidad de Navarra lograron recientemente colocar con éxito siete implantes dentales sin utilizar injertos óseos en una persona afectada por la enfermedad de los huesos de cristal (osteogénesis imperfecta). La literatura científica tan solo recoge seis casos similares descritos en los últimos 15 años sobre implantes en pacientes con esta enfermedad.


«En la mayoría ha sido preciso realizar algún tipo de regeneración ósea por la falta de hueso adecuado debido a la enfermedad. De este modo, el tratamiento de implantes dentales se complica, ya que precisa injertos de hueso, circunstancia que alarga el tratamiento y añade nuevas intervenciones a personas que ya han sufrido muchas cirugías", explica Luis Naval, director del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial de esta clínica.


En una primera fase de la intervención se procedió a la extracción de las piezas dentales. A continuación, los cirujanos maxilofaciales escogieron una técnica denominada ‘cortical split’, consistente en provocar una fractura ‘controlada’ (en tallo verde) del hueso maxilar para poder ensancharlo, colocar el implante y rellenar el defecto con virutas óseas del propio paciente, junto al empleo de un biomaterial en determinadas zonas que precisaban un aumento de la anchura de la mandíbula. "Realizamos todo el procedimiento sin utilizar injertos óseos, por lo que la recuperación fue mucho más rápida y en cuatro meses los implantes estaban ya listos para ser utilizados", detalla el especialista Naval.


La osteogénesis imperfecta se caracteriza por una disminución del colágeno en el organismo, de ahí la fragilidad generada en los huesos de estos pacientes quienes, con frecuencia, sufren fracturas ante traumatismos leves. "Estos pacientes presentan, en muchos casos, dientes quebradizos e infecciones dentarias, de forma que hay que terminar extrayendo piezas dentales, con lo que su calidad de vida empeora", indica el especialista de la clínica.


En concreto, el paciente tratado sufrió problemas con varios puentes dentales "tradicionales" por infecciones en las piezas que los sujetaban, tal como relata: "Visité a cuatro especialistas y todos me dijeron que tenía un problema difícil de resolver y que no se atrevían a apostar por una opción con riesgos, ya que nunca se habían encontrado con un caso similar".


El tratamiento al que se ha sometido en la clínica navarra, confiesa, ha superado sus expectativas: "Me encuentro muy bien y, aunque todavía no hemos terminado, puedo hacer ya una vida prácticamente normal".


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