¿En qué consiste el test de intolerancia alimentaria?

Esta prueba permite analizar la reacción de los anticuerpos del paciente a determinados alimentos e identificar si le causan rechazo.

El Test de Intolerancia Alimentaria debe ser prescrito por un endocrinólogo, nutricionista o dietista
¿En qué consiste el test de intolerancia alimentaria?

Afecciones como el dolor de cabeza o de estómago, la diarrea, el sobrepeso, la fatiga crónica, problemas de la piel e incluso la inflamación de articulaciones pueden tener su origen en el consumo de determinados alimentos que nuestro organismo no tolera. Y es que, sin saberlo, podemos tener intolerancia alimentaria a determinados componentes de nuestra dieta diaria tan comunes como la leche, los huevos, los hidratos de carbono, etc.  


La intolerancia alimentaria se debe a la formación de anticuerpos frente a proteínas de determinados alimentos, pero no del tipo IgE (que desencadenaría un proceso alérgico), sino en una primera etapa del tipo IgA y tras múltiples estímulos a la formación de IgG. Por ello, en estos casos es aconsejable que el paciente se someta a un estudio clínico personalizado, más conocido como el test de intolerancia alimentaria. 


¿En qué consiste el test de intolerancia alimentaria?

El test de intolerancia alimentaria se basa en una sencilla extracción de sangre, que permite analizar la reacción de los anticuerpos del paciente a determinados alimentos que resultan perjudiciales para su salud e identificar así aquellos que causan rechazo.


Normalmente, las pruebas para detectar intolerancia alimentaria son prescritas por un endocrinólogo, nutricionista o dietista y suelen realizarse en la unidad de digestivo de los hospitales. Además, en los centros sanitarios se lleva a cabo la prueba que determina si una persona sufre la enfermedad celíaca, que podría considerarse otra intolerancia diagnosticable.


La mala alimentación actual y el ritmo de vida trepidante son las causas de que cada vez más personas sufran problemas gastrointestinales. Así pues, apróximadamente un 20% de la población española presenta en su vida una reacción adversa alimentaria, según datos de la la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).


Paralelamente, en los últimos años han proliferado en el mercado algunos tratamientos dietéticos para alergias a intolerancias alimentarias basados en pruebas diagnósticas realizadas in vitro y que no cuentan con el aval de la comunidad científica. Las organizaciones sanitarias que realizan el estudio clínico de las alergias alimentarias, con la Organización Mundial de las Alergias al a cabeza, coinciden en advertir a la población de que estas pruebas son "ineficaces" y desaconsejan su uso para hacer frente a las alergias e intolerancias alimentarias, así como a otras enfermedades para cuyo tratamiento también se postulan, como la obesidad, las migrañas o el colon irritable.


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