Adelgazar comiendo sano es más sencillo de lo que uno pueda imaginarse. A juicio de la nutricionista Asun Armas Prado, basta con un cambio de enfoque para lograrlo: "Tenemos que dejar de estar a dieta y aprender a comer bien, sin restringir ningún tipo de alimento básico".

El truco, indican los expertos, está en cuidar las cantidades y la forma de cocinar los alimentos. En este sentido, el freir con poco aceite, las técnicas del papillote o la cocina al vapor pueden ayudarnos a adelgazar comiendo sano.  

Además, lo recomendable sería acostumbrarse a hacer cinco comidas al día para evitar las bajadas bruscas de azúcar que nos "empujan" a comer rápido y mal recurriendo en ocasiones a la bollería o los snaks.

Por otra parte, hay que vencer el mito de pensar que "los productos lights no engordan". Que un alimento sea 'light', explica el catedrático de nutrición Alfredo Martínez, no significa que no tenga calorías ni valor energético; simplemente indica que contiene, como mínimo, un 30% menos de calorías que la versión no 'light' del mismo alimento. En definitiva, para adelgazar comiendo sano y ligero basta con priorizar el consumo de verduras y frutas y recuperar los valores tradicionales de la dieta mediterránea. De cara a esta temporada, los licuados, gazpachos y ensaladas -que admiten preparaciones diversas sin llegar a cansar- se convierten en un aliado fácil y sencillo para solucionar los menús diarios. 

No obstante, más allá de una alimentación correcta y equilibrada, es importante combinar el seguimiento de una dieta sana con la práctica de ejercicio físico diario. Esta, explica el investigador Eduardo Generelo, actúa como un regulador que influye en los hábitos alimenticios, en el sueño y en la estabilidad emocional, de manera que es fundamental apoyarse en la práctica deportiva para conseguir cualquier mejoría en la salud.

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