Este lunes, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud. Llevar una vida saludable, en especial en lo que se refiere a la alimentación, y combatir el sedentarismo son los dos pilares básicos que recomiendan los médicos para evitar enfermedades y gozar de una mejor calidad de vida. Además, es imprescindible descansar bien como mecanismo regulador de la vida activa; hacer caso a nuestro cuerpo y a cualquier posible señal de alerta que nos muestre y prevenir enfermedades mediante chequeos periódicos.

Los aragoneses, en cualquier caso, gozan en líneas generales de una buena salud, según se desprende de los últimos datos disponibles, la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012, realizada por el Ministerio de Sanidad a unos mil hogares de esta Comunidad.

Un factor condiciona cualquier análisis que haga referencia a Aragón: el paulatino envejecimiento de su población, algo especialmente relevante en el medio rural. Si en el conjunto de España los mayores de 65 años suponen aproximadamente el 13,5% de la población, en Aragón este porcentaje alcanza casi el 20%. Esta diferencia porcentual es casi idéntica a la hora de fijarnos en el segmento de edad considerado por los facultativos como el de la verdadera vejez, de más de 75 años: el 5,5% en España frente al 11,3% en Aragón.

Todo ello hace que los aragoneses vayan con más frecuencia al médico, pero, en cualquier caso, evalúan de forma positiva su salud: el 53,7% consideraba que su estado de salud es bueno y el 19,7 muy bueno, mientras que un 19,8 lo calificaba de regular, el 5,1 de malo y el 1,6 de muy malo.

Eso sí, también un 53% afirmó en 2011 haber padecido una enfermedad o un problema crónico de salud, cuatro puntos más que la media nacional, un dato que apunta, de nuevo, al envejecimiento de la población.

Los aragoneses, sobre todo los de más edad, se quejan de patologías asociadas a sus huesos y músculos, como artritis, artrosis u osteoporosis. Sin embargo, y siempre según la Encuesta Nacional de Salud, en Aragón hay menos depresión y ansiedad que en otras muchas comunidades autónomas.

La dieta mediterránea, en especial rica en fibra, frutas y verduras, pero sin abandonar ningún grupo alimenticio, y un ejercicio físico moderado y diario siguen siendo una apuesta segura para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias o incluso algunos tipos de cáncer. La ansiedad, el estrés y la depresión también pueden combatirse con hábitos de vida saludables.

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