Las alergias se han convertido en una de las pandemias más comunes del siglo XXI. El número de afectados no para de crecer y la cantidad de granos de polen que se registran por metro cúbico, principalmente en las ciudades, va también en aumento.

Así lo indica la alergóloga Nieves Segura, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Alergología y especialista en el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza. Según indica, el hecho de que las alergias sean "multiestacionales" no es algo "nuevo" ni supone a día de hoy un "incremento exponencial", sino que más bien sigue una tendencia al alza que tuvo un pico significativo en la década de los 90: "El verdadero aumento se dio hace 20 años y hoy en día se mantienen esos niveles altos de polinización", explica. No obstante, Aragón, en comparación con otras ciudades como Madrid o París, no es una zona con una prevalencia "alarmante", si bien el número de afectados continúa en aumento.

"En la primavera de 2013 se alcanzaron máximos diarios que no se registraban desde el año 2007 y se prevé que este año haya también un alto riesgo para los pacientes alérgicos. Todo depende de la puvliosidad de los meses de octubre a marzo", determina la doctora.

La vacunación, el tratamiento más "efectivo"

Aunque su uso no está recomendado en todos los pacientes sensibilizados al polen, "la inmunoterapia es el único tratamiento que modifica el curso natural de la enfermedad". Así pues, los expertos recomiendan poner la vacuna "siempre que se pueda" para actuar sobre la causa y tratar de crear así una tolerancia frente al polen.

Sin embargo, el coste de esta -de unos 120 euros si se dispone de receta- aleja de su uso a cada vez más familias. "Se han hecho muchos estudios económicos, porque este era uno de los principales problemas que planteaba", señala la doctora Segura, quien añade que en cualquier caso esta no inmuniza al 100% ni es susceptible de ponerse en todos los casos. Aun así, insiste Segura: "Te evita entre otras cosas los cuadros más graves", aquellos que peudan derivar en asma alérgica o bronquitis aguda y que conllevan la hospitalización del paciente.

Por otra parte, el factor económico sigue dejando a cada vez más familias fuera: "En estos años de crisis, se nota que hay gente que aunque se la mandes, no se la pone porque les supone un desembolso de golpe considerable, aunque el tratamiento sea para diez meses", relata. Sin embargo, los alergólogos aseguran que el coste-beneficio es claro, ya que a largo plazo "cuesta menos que cualquier spray nasal". 

Factores que contribuyen a que estas sean "multiestacionales"

Según diversos estudios epidemiológicos de los que informa la Sociedad Aragonesa de Alergología, la contaminación y -en concreto- el diésel potencian las alergias, que son a su vez más frecuentes en gente joven. "También existe un componente hereditario importante -matiza la doctora Segura- si bien está demostrado que en el medio urbano la prevalencia es mayor que en el medio rural". Del mismo modo, el aumento de la plantación de determinadas especies en la capital aragonesa, tales como el ciprés o el plátano de sombra, explican a su vez las causas de este "repunte" acontecido en los últimos años. De esta forma, el plátano de sombra le toma el relevo al ciprés y así... hasta llegar la primavera y tener que hacer frente a las gramíneas, la principal causante de alergias a nivel mundial. 

"Al final, uno se hace alérgico o se sensibiliza a lo que tiene contacto. En Zaragoza hay mucho plátano de sombra plantado por el Ayuntamiento y unido a una climatología adversa provoca que haya pacientes que lo pasen muy mal", asegura la doctora. Cita, además, la existencia de una maleza, de nombre "salsola", que da problemas a los alérgicos en los meses de verano alargando su padecer. "Esta es propia de zonas desérticas como la nuestra, y nada tiene que ver con zonas vecinas como Cataluña o Navarra", precisa.

Así es como poco a poco, las alergias se prolongan en el tiempo haciendo que el calendario de afección ya no sea estacional. "Puedes empezar en el mes de enero y terminar en el mes de octubre. Hoy en día lo más común es que el paciente esté polisensibilizado, es decir, que sea alérgico al polen de diversas plantas", concluye Segura.

Consejos para los alérgicos

Entre las recomendaciones más comunes se encuentra el "evitar salir en días de viento soleados -frecuentes en Zaragoza y fatales para los polínicos-"; llevar gafas de sol en los meses más duros, mantener las ventanillas cerradas durante la conducción -especialmente en primavera-, evitar ventilar durante mucho rato las dependencias del hogar y apostar por la playa en vacaciones. Pese a todo, los especialistas advierten de que aun en los casos más graves, los alérgicos "pueden llevar una vida totalmente normal" siguiendo algunos de estos consejos, tomando antihistamínicos o corticoides o apostando, cuando se necesite, por el tratamiento inmunológico.

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