Dormir al menos siete horas al día reduce un 65% el riesgo cardiovascular

La siesta, de entre 20 y 30 minutos, es una buena forma de favorecer la salud del corazón.

Dormir al menos siete horas diarias y llevar unos hábitos de vida saludables reducen un 65 % el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y hasta un 83 % el de morir a causa de éstas, según ha revelado la Fundación Española del Corazón (FEC).


La organización se hace eco de un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, que durante doce años ha estudiado los hábitos de vida de 14.639 personas.


De las personas que tenían hábitos de vida saludables -alimentación equilibrada, ejercicio físico regular, no fumar, consumo de alcohol moderado- un 57 % reducía el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y un 67 % el de morir a causa de ellas, mientras que aquellas que además dormían un mínimo de siete horas aumentaban los porcentajes un 14 % y un 22 %, respectivamente.


El estudio concluye que además de aumentar el riesgo cardiovascular, dormir poco se asocia también a una mayor incidencia de sobrepeso, obesidad, hipertensión, colesterol y triglicéridos.


El presidente de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Enrique Galve, señala que descansar correctamente entre siete y nueve horas diarias facilita la circulación sanguínea y reduce la presión arterial entre un 10 y un 15 %.


Con motivo de la celebración este viernes del Día Europeo de la Prevención Cardiovascular y del Día Mundial del Sueño, la FEC ha lanzado algunas recomendaciones para cuidar la salud cardiovascular, entre ellas: evitar alimentos o bebidas estimulantes, cenar alimentos ligeros, hacer ejercicio preferiblemente por la mañana, moderar el consumo de alcohol, no fumar y mantener unos horarios constantes.


Sobre el ejercicio físico, el doctor Galve ha recordado que es muy importante practicarlo pero nunca después de comer, puesto que "en ese momento la sangre se deriva a la cavidad abdominal y aumenta el trabajo cardiaco a causa de la función de la digestión, algo que puede aumentar el riesgo cardiovascular".


En ese sentido, destaca que la siesta, de entre 20 y 30 minutos, es una buena forma de favorecer la salud del corazón, ya que produce una bajada de tensión arterial y favorece la relajación del cuerpo.