Desarrollan un colon artificial para estudiar la resistencia a los probióticos

Permitirá investigar con exactitud las distintas interacciones en la dieta.

El centro tecnológico Ainía ha desarrollado un colon artificial que permitirá conocer si los probióticos y otros compuestos bioactivos son capaces de atravesar el tracto gastrointestinal en cantidad suficiente para reforzar la flora intestinal.


Ainía, con sede en Paterna (Valencia), ha presentado hoy el 'digestor artificial', que es capaz de reproducir las condiciones naturales del intestino grueso, estómago e intestino delgado y, además, permite controlar el PH, la temperatura y la monitorización del crecimiento de la flora intestinal.


El desarrollo de esta investigación, que se ha prolongado durante tres años y permite aproximar la ciencia a la industria alimentaria, ha sido respaldada con más de 200.000 euros por el Instituto Valenciano de Competitividad (Ivace).


El director general de Industria y del Ivace, Joaquín Ríos, ha destacado que esta investigación supone un "paso de gigante" en el ámbito de la medicina, es "revolucionaria e innovadora" y sitúa a la Comunitat Valenciana en el "mapa del progreso y la innovación".


El reto es estudiar la resistencia de probióticos (que tienen función sobre la flora intestinal) a su paso por el proceso digestivo, de forma que se pueda validar su efecto beneficioso para la salud y concretamente sobre el colon o el intestino delgado.


Para que funcionen este tipo de compuestos es necesario que tengan una alta resistencia a su paso por el tránsito intestinal, de forma que permanezcan vivos -son bacterias vivas- para colonizar la flora intestinal de cara a reforzar el sistema inmunológico, entre otras funciones.


De este modo, se pretende cuantificar el número de compuestos bioactivos que siguen activos después de su paso por el tracto gastrointestinal.


Con el desarrollo del colon artificial, que también ha contado con el apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), Ainia completa su modelo de digestión in vitro (digestor artificial).


Esto le permite estudiar por completo cómo actúa el sistema digestivo humano ante determinados alimentos, tanto con probióticos como con prebióticos y otros compuestos bioactivos (polifenoles, minerales o vitaminas).


Además, será posible investigar con exactitud las distintas interacciones en la dieta.


El proyecto aproxima la ciencia a la industria alimentaria, proporcionando herramientas eficaces que contribuyen positivamente en el fortalecimiento de los sistemas de control de calidad de los alimentos, y garantiza los potenciales efectos beneficiosos para la salud de los alimentos funcionales desarrollados.


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