Según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología

Uno de cada cuatro profesores sufre trastornos de voz

Los profesores son el colectivo que, con diferencia, más patologías de la voz sufren y quienes más las padecen son los que tratan con niños más pequeños.

Una clase de infantil en el colegio San Juan de la Peña de Jaca
Comienzo del curso escolar_2
LAURA ZAMBORAíN

Uno de cada cuatro profesores sufre trastornos de voz, un problema que aumenta a medida que disminuye la edad de los niños a los que enseñan.


Según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial, un tercio de los docentes sufre alteraciones de la voz al menos una vez durante el curso, lo que ocasiona una gran parte de las bajas laborales.


Los profesores son el colectivo que, con diferencia, más patologías de la voz sufren y quienes más las padecen son los que tratan con niños más pequeños.


En una universidad, el aula suele tener un ruido ambiental de entre 35 y 40 decibelios (db), por lo que se requiere hablar entre 55 y 60.


En cambio en una clase infantil el ruido alcanza los 60-65 db y los profesores deben hacerse oír a 70-75 db.


Además, si el espacio es grande o reverbera la voz, es necesario subir el volumen.


Las mujeres sufren con mayor frecuencia nódulos en las cuerdas vocales que los hombres, ya que la laringe femenina es más pequeña y las cuerdas deben vibrar el doble.


Como prevención, los otorrinos recomiendan a los profesores no hablar en clase más de cuatro horas al día, hidratarse, evitar el tabaco y el alcohol, hacer llamadas de atención no vocales (aplausos, pitidos, etc), utilizar grabaciones, fomentar la participación de los alumnos, utilizar micrófonos y altavoces y aprovechar los recreos para descansar la voz.


Además, aconsejan recurrir a clases de logopedia para aprovechar mejor el potencial de la propia voz y no forzarla.



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