Medicina

Chequeo directo al corazón

Una de cada tres personas fallece como consecuencia de una enfermedad cardiovascular y, en la mayoría de estos casos, causada por una obstrucción arterial. ¿Cuáles son las principales patologías? ¿Cómo prevenirlas?

El corazón y la circulación sanguínea
Chequeo directo al corazón

En plena sociedad desarrollada, con los medios tecnológicos más avanzados de la historia del ser humano y una medicina en continuo avance científico, las enfermedades cardiovasculares, que afectan a nuestro corazón pero también a nuestras arterias y venas, son la principal causa de muerte en el primer mundo. Tenemos las condiciones para vivir más y mejor que nunca, pero, a pesar de ello, una de cada tres personas fallece como consecuencia de un problema cardíaco o de una complicación coronaria, es decir, un fallo en el riego sanguíneo del corazón.


La inmensa mayoría de estos problemas está relacionada con nuestro estilo de vida y, por ello, los cardiólogos hacen cada vez más hincapié en la prevención como principal mecanismo para cuidar nuestro corazón y reducir con ello el riesgo de sufrir un infarto: un colapso total del riego sanguíneo.


Existen, claro está, enfermedades congénitas y la ciencia se esmera en averiguar el posible origen genético de muchas de ellas. Las cardiopatías suelen diagnosticarse pronto, muchas veces desde niños, y pueden requerir de una intervención quirúrgica, pero, en su mayoría, las patologías que ven los cardiólogos están relacionadas con obstrucciones en las coronarias, las arterias encargadas de llevar la sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco, y estos estrechamientos tienen como causa hábitos de vida poco o nada saludables.


Tipos de enfermedades

Las cardiopatías isquémicas son estrechamientos únicos o múltiples de las coronarias, casi siempre causados por la acumulación de grasa en las arterias, que provocan una interrupción o reducción del flujo sanguíneo y la consiguiente falta de oxígeno en el corazón. Se trata de las enfermedades cardíacas más habituales: solo en un año se han realizado más de 1.000 angioplastias (intervenciones por vía intravenosa) en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Estos colapsos pueden ser parciales (y provocar lo que se denomina una angina de pecho) o totales (un infarto de miocardio) y, en algunos casos, el fallo en las coronarias ocasiona la muerte súbita.


Una isquemia, es decir, la obstrucción de una arteria puede darse en otros lugares de nuestro cuerpo y cuando afecta al riego cerebral hablamos directamente de un ictus, de graves consecuencias que pueden causar una invalidez permanente o daños neuronales de difícil recuperación y, en el peor de los casos, la muerte.


La angina de pecho no deja sin oxígeno por completo al corazón, pero sí denota un aporte insuficiente de sangre rica en oxígeno en el músculo cardíaco y se manifiesta con dolor intenso en la cavidad torácica. Si hablamos de un infarto de miocardio, el paciente manifiesta un fuerte dolor opresivo en el pecho que requiere de una actuación médica urgente para disolver el coágulo, y se emplean dos posibles vías: con medicación específica y controles posteriores o con hemodinámica o cardiología intervencionista, que consigue deshacer el colapso sin intervención quirúrgica, mediante la introducción a presión de un 'stent' o malla correctora en la arteria afectada.


Las arritmias constituyen otro gran grupo de enfermedades cardíacas, asociadas en este caso con fallos del corazón como 'motor' eléctrico. La fibrilación auricular es la más frecuente, está asociada a la edad y a otras enfermedades cardíacas y la arritmia ventricular es la más peligrosa: apunta a un defecto en el funcionamiento de una de las cavidades del corazón, está asociada a miocardiopatías y problemas genéticos, se puede manifestar a cualquier edad y puede suponer la muerte súbita del paciente.


Las miocardiopatías, o enfermedades propias del músculo cardíaco, pueden darse tras una enfermedad coronaria evolucionada o ser congénitas. De ellas, destaca la miocardiopatía hipertrófica, que provoca un mayor grosor de la pared del corazón y un déficit en el bombeo de sangre. Esta enfermedad, en ocasiones, puede confundirse en el diagnóstico con la hipertrofia del deporte (asociada a un mayor fortalecimiento de este músculo entre quienes practican deporte de élite) y puede ocasionar la muerte súbita. Hay otras cardiopatías congénitas y se detectan muy pronto.


Por último, se encuentran las enfermedades asociadas a las válvulas del corazón (que sirven para unir este músculo con las principales arterias y venas de entrada y salida de la sangre). Una de las que más está aumentando, con la edad de muchos pacientes, es la estenosis de la válvula aórtica, degenerativa, que si es severa tiene riesgo de muerte y ocasiona una gran limitación por fatiga.


El tabaco, gran factor de riesgo

En todo caso, los malos hábitos son esenciales como potenciales causas de las obstrucciones coronarias, la enfermedad cardíaca más común. La tensión alta, el alcohol, el estrés, la obesidad y, sobre todo, el tabaco son los principales factores que pueden provocar un accidente cardiovascular.


La incidencia del último de ellos se ha demostrado clave y, según apuntan expertos como la cardióloga Isabel Calvo, jefa de la unidad de Hemodinámica del hospital Miguel Servet y presidenta de la Sociedad Aragonesa de Cardiología, esto se aprecia, por ejemplo, en el aumento del número de mujeres que fallecen como consecuencia de un fallo cardiovascular. "Con el cambio en el estilo de vida producido durante los últimos 50 años, nos encontramos con nuevos patrones y enfermedades como estas", apunta.


"En el caso de las mujeres la prevención sigue siendo muy importante, porque en esta sociedad todavía muchas personas asocian este tipo de enfermedades con el varón y eso no es así. Una dolencia cardíaca puede afectar a ambos sexos por igual y conviene tomar medidas cuanto antes, sea el caso que sea", precisa Calvo. Por ello, el pasado mes de septiembre tuvieron lugar unas nuevas Jornadas del Corazón en el Parque Grande de Zaragoza, donde se realizaron chequeos médicos y se informó a la ciudadanía sobre una adecuada prevención.


Para llegar a tiempo ante un caso de extrema gravedad, no obstante, existe un protocolo de actuación y es imprescindible actuar sin dilación. Cualquier persona que sufra un intenso y prolongado dolor en el pecho debe dar llamar a los servicios de urgencias del 061.



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