Pilar Muro: "Mi consuelo es que gracias a Publio el Grapo ha sido ya eliminado"

La viuda del empresario secuestrado en 1995 admite que es muy difícil hallar sus restos en Francia, aunque mantiene la esperanza por los esfuerzos que sigue haciendo la Guardia Civil.

Veinte años han pasado desde que Publio Cordón fuera secuestrado por miembros de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (Grapo) mientras corría por los alrededores de su casa del barrio de Casablanca. Al advertirle a su esposa, Pilar Muro, de lo rotundo de la cifra de este cruel aniversario comenta, entre resignada y sorprendida, que lo que ocurre con los años es que pasan sin darte cuenta. Asegura que es difícil hacerse a la idea de todo lo que ha pasado hasta llegar a este momento, en el que lo único que esperan es que encuentren los restos de su ser querido. "Despiertas y te parece que todo ha sido un sueño, pero el secuestro lo tenemos tan presente y tan vivo que no te haces idea de que hayan pasado ya veinte años", afirma.


Poco le queda hacer a la familia Cordón-Muro por Publio. Solo el paso del tiempo les fue convenciendo de que nunca volvería y que probablemente había sido asesinado por los terroristas. Pero no fue hasta noviembre de 2008 cuando Fernando Silva Sande, uno de los líderes de la banda criminal, terminó por confesar que el empresario había fallecido tras saltar por una ventana en su intento de escapar de la casa de Lyon donde lo mantenían secuestrado en un armario-zulo.


A pesar de no creer su versión (mantiene que le pegaron tres tiros cuando intentó escapar), fue en ese momento cuando la familia comprendió que ya estaba muerto cuando una de las hijas y un yerno de Publio viajaron a París el 9 de agosto de 1995 para pagar el rescate de 400 millones de pesetas que exigieron por su libertad. Tras coger el dinero, los terroristas fijaron el 17 de agosto como fecha de su fingida liberación, en las inmediaciones del estadio de Sarriá (Barcelona).


"Lo importante siempre ha sido que Publio volviera, pero esa fase ya pasó. Ahora queda la esperanza de que algún día recuperen sus restos, es lo que queremos todas las familias que pasamos por algo así. Aunque su espíritu siempre ha estado y está entre nosotros", expresa Pilar Muro.


En 2009, Silva dio otro dato a la familia que, como todo lo que procede de él, lo puso en duda. El terrorista declaró que después de que Cordón falleciera lo trasladó él mismo en un coche a 250 kilómetros de Lyon y lo enterró en un bosque del Mont Ventoux.


Aparte de que Pilar Muro tampoco se cree esta versión del grapo, reconoce que la Guardia Civi sí le dio credibilidad y ha intentado por todos los medios hallar su cuerpo en el lugar que asegura que lo sepultó. "Solo tengo palabras de agradecimiento para este grupo de agentes, pero sigo pensando lo mismo, que lo tienen muy difícil. Creo mucho en ellos y es lo único que mantiene encendida una llama de esperanza", asegura.

Terroristas libres

De los tres grapos que fueron juzgados en 1998 y condenados por participar en el secuestro de Publio Cordón, dos ya se encuentran en libertad tras haberles sido aplicada la llamada doctrina Parot, que permite refundir las penas. El terrorista Enrique Cuadra Echeandía, cerebro del acto criminal, salió de la cárcel de Daroca en el verano de 2014 tras cumplir 19 años de los 101 que le fueron impuestos. Concepción González, que fue condenada a 27 años, vio liquidada su pena en diciembre de 2013. Su compañero, José Ortín falleció en 2009 en la cárcel de Alicante de un infarto fulminante, si no habría corrido la misma suerte. En estos momentos, tan solo quedan en prisión Fernando Silva Sande y Manuel Pérez Martínez, puesto que fueron juzgados más tarde que sus cómplices.


Pilar Muro no entiende esta situación. "Pienso lo mismo que todas las personas que nos hemos visto atacadas por los terroristas, que la justicia debería ser más dura, más contundente con ellos. No dejarles salida. Ver y oír las cosas que hemos visto y oído tanto de Grapo como de ETA da náuseas. Piensas en las víctimas y en que un día se pueden cruzar con los asesinos por la calle y es un sufrimiento añadido", dice.


La presidenta del Grupo Hospitalario Quirón afirma que no sabe cómo no se ha modificado antes el Código Penal, que entrará en vigor el 1 de julio y que recoge la pena de prisión permanente revisable para delitos de terrorismo.


"El único consuelo que tengo –añade– es que el trabajo de la Guardia Civil para encontrar a Publio y para detener a todos los terroristas ha servido para hacer desaparecer al Grapo. A mi marido le ha costado la vida, a nosotros muchísimo sufrimiento, pero, por lo menos, el grupo terrorista ha sido eliminado".

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