"Pensé en pedir ayuda por Twitter porque no veía otra salida para poder comer"

Después de cinco años en el paro, ya no tiene derecho a más subsidios hasta septiembre.

Luisa en el salón de su casa
Luisa en el salón de su casa
M. Sádaba

La falta de recursos y las deudas hicieron que Luisa García decidiera abrir una cuenta en Twitter para intentar buscar ayuda y a ser posible un trabajo. Esta zaragozana de 44 años lleva sin empleo desde hace cinco años y aunque ha ido encadenando subsidios y prestaciones, después de un lustro se han acabado. “Ahora me he quedado sin ningún tipo de ingresos, teniendo que pagar el alquiler, la luz, el agua... y hasta septiembre no me dan otra ayuda, que durará 6 meses”, explica con dificultad Luisa.

Sin embargo, su situación no es solo la de una mujer en el paro, sino que tiene tres hijos -de 5, 14 y 25 años- a los que mantener y una discapacidad del 54% provocada por una sordera que le impide comunicarse correctamente. 

Por ello, durante este tiempo ha intentado día y noche encontrar un trabajo con el que poder sacar adelante a su familia, sin embargo, debido a sus problemas de sordera y a la fibromialgia que sufre ha sido imposible. “Tanto mi hijo mayor como yo estamos buscando un empleo con el que ir tirando, pero a pesar de que hemos enviado varios currículos, no nos han llamado de ningún sitio”, sostiene.

Durante estos años han ido sobreviviendo con la prestación por desempleo que le correspondía por el tiempo que había estado trabajando -unos 6 o 7 años con intervalos porque se dedicaba al mundo de la limpieza y el cuidado de personas mayores-, los diferentes subsidios y la pensión que le pasaba su exmarido. “Sin embargo, después de un tiempo sin encontrar trabajo, también se ha quedado sin ningún tipo de ayuda y desde este año mi exmarido no nos pasa nada”, relata.

Con este panorama consideró que las redes sociales y las nuevas tecnologías eran su única opción. “Actualmente debo tres meses de alquiler y más de un año de luz y agua, de hecho, este invierno ni siquiera hemos encendido los radiadores para evitar más gastos”, sostiene. Con esta premisa y a la espera de algo de solidaridad comenzó a contar sus problemas a través de Twitter. "Yo no manejo mucho las nuevas tecnologías, así que es mi hijo el que me ayuda y va escribiendo en la cuenta todo lo que yo le digo", asegura. 

El respaldo de la gente fue rápido y en menos de una semana consiguió el dinero necesario para pagar el alquiler. “La gente ha sido muy amable, nos han orientado y gracias a su ayuda hemos podido pagar dos meses de alquiler”, relata emocionada. Asimismo destaca que una señora de San Sebastián les ha enviado la compra del mes para que pudieran comer. “Gracias a ella tenemos qué llevarnos a la boca”, remarca mientras muestra la nevera llena, una situación que hacía tiempo que no vivía.

Luisa sabe lo duro que es tener que pedir ayuda, por eso, su mayor fijación se centra en encontrar un trabajo. “Estoy intentando buscar alguna opción de trabajo a cambio de vivienda porque así, al menos, tendríamos un techo seguro”, explica. Y es que debido a los retrasos que ha ido acumulando en el pago del alquiler, su casero le ha recordado que no va a estar indefinidamente sin pagar.

En estos momentos también está en intenso contacto con la trabajadora social para buscar soluciones. De momento, esta semana ha acudido a la Cruz Roja para ver qué posibilidades tenía y la próxima comenzará en el plan de Zaragoza Redistribuye, en el que le darán una tarjeta para poder hacer la compra. "Es muy triste tener que llegar a este punto, pero nos habíamos quedado sin opciones", sostiene. No obstante, no pierde la esperanza y confía en poder encontrar un trabajo y con él una salida a esta situación.