Pardo: "Podría haber tenido una salida tranquila a las Cortes o el Senado, pero me gusta la acción"

?El exsecretario provincial del PP niega que su renuncia se deba a diferencias en el partido.

El presidente de la Diputación, Antonio Pardo, en una fotografía de archivo
Pardo: "Podría haber tenido una salida tranquila a las Cortes o el Senado, pero me gusta la acción"
Mariano Castejón

Días después de anunciar por sorpresa que dejará la vida política cuando acabe la actual legislatura, Antonio Pardo sigue manteniendo que su decisión reside exclusivamente en motivos personales, un poco de agotamiento físico y mental y la necesidad de recuperar la vida de una persona normal, pero niega que el Partido Popular esté en crisis. Tampoco reconoce que se diera un distanciamiento con su presidenta, María del Mar Angulo, que se enteró por carta de su renuncia al cargo de secretario provincial del partido. Pardo pide a la Junta que atienda la petición de constituir una unidad de Inversión Territorial Integrada que permita a Soria luchar contra la despoblación, y vaticina que en la Diputación Provincial volverá a ganar el PP. Menos claro se muestra con los resultados de la capital, si bien ve al alcalde agotado y prevé un voto de castigo a los socialistas por determinados temas, que no llega a especificar. En junio del próximo año, volverá a su joyería con la cabeza muy alta.


Mucha gente en Soria entiende que su decisión de abandonar la política es fruto de diferencias en su partido. ¿Qué tiene que decir al respecto?

No hay ninguna diferencia, y además lo digo alto y claro. Es una decisión mía, aunque no sé si algunos lo entienden bien o no. Es una decisión que llevaba sopesando durante todo el año 2014 y hay que recordar a las personas que piensan así que yo, cuando acabe esta legislatura, habré sido alcalde de mi pueblo durante veinte años, cinco legislaturas. Hay un desgaste físico, personal, familiar, empresarial. Tengo una edad suficiente para volver a dedicarme a mis tareas habituales y cuando todo ese tipo de cosas se ponen en una balanza a la hora de decidir algo tan importante en tu vida, al final la balanza se decanta por ese camino. Yo entiendo que alguna gente tiene que sacar conclusiones, y lo respeto, pero en esta decisión solo hay un criterio mío personal, familiar y empresarial de mi vida privada.


Dice que llevaba tiempo meditando abandonar la política. ¿Cuándo tomó la decisión definitiva?

Estas navidades con mi familia. Yo tuve un momento muy bajo en verano. Si recuperáis el programa de las fiestas de El Burgo de Osma de este año hice un saluda que casi sonaba a despedida. Muchas personas me lo dijeron. Ese saluda que envías a todos los vecinos de tu pueblo que son a los que te debes de una manera más directa, porque ahí has recibido una confianza y un compromiso durante tantos años, lo hago de mi puño y letra, y como estaba en un momento bajo lo estaba más o menos orientando. Luego tuve una subida, por circunstancias de la vida, porque te ves de una forma diferente, porque las personas no estamos todos los días igual, y cuando uno va adquiriendo años mucho menos. Vi que había vuelto a la realidad, pero en esa realidad tengo que valorar que hay cosas en la balanza que siempre he ambicionado también: la de pasar desapercibido, volver a estar en contacto normal con los demás como una persona más, que te estés tomando una cerveza con alguien y ese alguien no se sienta mal porque le vean con el presidente de la Diputación porque en seguida en nuestra tierra todos pensamos ¿qué le estará pidiendo?, ¿le estará haciendo la pelota? Hay cosas de este tipo en nuestro territorio y yo trato ya de evitarlas. Creo que ya he cumplido mis expectativas políticas, he sido alcalde de mi pueblo 20 años, el alcalde con más duración de los últimos 200 años de El Burgo de Osma y me entra un vértigo enorme: el 30% de los ciudadanos de mi pueblo no habían nacido cuando yo empecé a ser alcalde, cuidado con ese dato. Allí era todo lo que podía dar. Y luego he colmado mi ambición política, si es que podía tener ambición en ese ámbito, con la Diputación Provincial, porque soy un municipalista convencido. Ha llegado el momento. En esa balanza de precisión, la que yo tengo en la joyería en la que vas echando las milésimas de gramo para comprobar lo que pesa la sortija o el brillante, y con el empujón decisivo de mi familia, mis hijos y mi mujer, he decidido que era el momento de dar el paso.


¿Se ha agotado física y mentalmente?

Un poco agotado física y mentalmente sí he estado, pero porque me he batido mucho, creo que en exceso. Pero es mi forma de ser. Mi temperamento siempre ha sido de esa forma para todo lo que me he dedicado en la vida. He tenido siempre un interés excepcional, principal por hacer bien las cosas. Siempre tengo mucho cuidado con no defraudar, intentar que nadie se quede por el camino por ningún tipo de circunstancias de mis decisiones. Y todo eso te lleva a un riesgo muy extremo en muchos momentos. Sabéis que en esta Diputación llevábamos muchos años para tomar una decisión en el tema de las residencias y al final la tomé yo. Y tantas cosas más. Y al final pisas un lago tan grande como pasar de la entidad pública a la que representamos a tener una representación tan alta como tenemos en Puertas Norma, una empresa privada. Todas esas cosas, a las personas, me gustaría que algunos lo supieran valorar adecuadamente. Tampoco pido que me den un tipo de reconocimiento o distinción por eso porque he tenido muchos fallos, muchos errores, porque el que decide todos los días también tiene errores. Pero también puede haber un desgaste, porque siempre he querido vender en todo momento lo que esta casa hace. Y lo que yo hago como alcalde de El Burgo de Osma. Y eso también agota. Si el año tiene 52 semanas, en 2014 he tenido uno o dos fines de semana libres. En los demás siempre había algún acontecimiento.


Hablando de cansancio, de motivos personales y de su familia. ¿Le dolieron mucho las críticas que hizo la oposición cuando su hijo ganó un premio de la Diputación Provincial?

Bueno. Esa es una gotita más que colmó mi situación, pero no fue algo trascendental para tomar la decisión. Es algo más que está ahí. Como puede ser la imagen de la clase política en su conjunto o como todo lo que has llevado a un grado determinado de ejecución de tu trabajo y de tus tareas. Yo he conseguido con mi equipo de gente en El Burgo de Osma crear unas condiciones de vida francamente favorables e interesantes para los ciudadanos, con una calidad de los servicios, con trabajo, con empleo, con futuro. Yo creo que he dado ya todo lo que podía dar. He cumplido con el servicio público, ya me pueden dar la blanca, como decían antes cuando te licenciabas en la mili. Y también creo que es bueno saber salir de la política. Hay que saber entrar y hay que saber salir. Yo en muchos momentos de mi vida política lo he dicho. Otra cosa es que no me gusta otro tipo de actividad política. Podría haber tenido una salida tranquila a lugares menos dinámicos o con menos presencia diaria como pueden ser las Cortes de Castilla y León o como puede ser el Senado o cosas por el estilo. Pero no es mi salida y nunca me he visto en una cosa de esas. Me gusta la acción.


La decisión de renunciar a ser secretario provincial del PP soriano de una forma tan fulminante, ¿a qué se debe?

Si no me voy a presentar como candidato a ninguna elección ni municipal, ni autonómica, ni nacional, me faltó decir europea, aprovecho para decirlo ahora, no debo ocupar un puesto tan relevante como es ser número dos del PP en Soria, que además en dos semanas deberíamos estar inmersos en decisiones de candidatos. Tengo que dar un paso atrás. Honestamente no me veo ahí. Estaría entorpeciendo una labor. Es mi forma de ser. Puedo estar equivocado, pero lo he contrastado posteriormente y he hecho lo adecuado.


Pero siendo el hombre fuerte del PP en la provincia, ¿no puede ser dramático o dañino para el partido?

Algunos lo pueden ver de esa forma. Yo lo he valorado. Dentro de la balanza de precisión lo he valorado. Pero aquí no hay nadie imprescindible. Hay que tenerlo muy claro. Esa es la máxima que tengo. Cuando yo abandone mi vida política, el 13 de junio en el Ayuntamiento de El Burgo de Osma y pocos días después en la Diputación Provincial, nadie se va a volver a acordar de Antonio Pardo. Porque la vida pasa, la vida sigue. Vendrán otros, que harán otro tipo de políticas o actividades, las mismas o similares, y al final la sociedad nos consume a todos por completo. Por lo tanto no hay nadie imprescindible; Dios me libre de los imprescindibles. Yo creo que hay buena gente en el PP, buenos municipalistas, y evidentemente un partido, una empresa o una sociedad no puede estar sujeta por un pilar nada más. Eso sería absurdo. Pero lo he puesto también en la balanza, porque sé lo que represento en la sociedad burgense y en la sociedad soriana. Pero ante todo eso también hay una serie de cosas que al final te llevan a esta situación de la balanza.


¿Cuándo le comunica a María del Mar Angulo, presidenta del Partido Popular soriano, su decisión?

Yo a la presidenta del PP le vine diciendo algo a lo largo de 2014. En alguna reunión de trabajo que hemos mantenido, le iba diciendo que había bastantes posibilidades de que yo no estuviera en la próxima legislatura. Definitivamente se lo digo la misma mañana que se lo comunico a los diputados provinciales. La confirmación definitiva es esa misma mañana, en la que mando una carta al partido en la que renuncio a mi puesto como secretario del partido y anuncio igualmente que no me voy a presentar a las elecciones, el motivo por el que no me presento, y la causa por la que dejo el puesto de secretario del partido. Pero ella iba sabiendo mi opinión durante meses anteriores, en junio, julio, agosto…, mi tendencia, mi pensamiento hacia lo que podía ser mi salida.


¿Esa comunicación de su intención de dejar el mundo de la política ha podido generar cierto distanciamiento entre la presidenta y su número dos?

Yo no he tenido distanciamiento. La verdad es que no sé de dónde sale eso del distanciamiento. Leo cosas, escucho, me preguntáis los medios. Hemos trabajado en nuestra línea de tareas y de dedicaciones, cada uno en la parte que nos ha correspondido.


Su sustituto como secretario provincial del PP será el procurador y alcalde de Arcos de Jalón, Jesús Ángel Peregrina. ¿Qué le parece el relevo?

A Jesús le conozco muy bien. Creo que es un buen reemplazo. Ahí había personas que podían dar ese paso perfectamente: Jesús, Tomás, Gerardo, Rocío. Creo que son cuatro puntos de referencia muy importantes del PP de Soria. Jesús, como vicesecretario de Organización a lo mejor era el que tenía más posibilidades y al final es el que lo va a hacer. Es un hombre que tiene un talante municipalista, es alcalde de Arcos de Jalón, donde costó mucho que gobernara el PP porque ganó muchas veces el PSOE. Algo tendrá el agua cuando la benciden, me refiero a que algo tendrá Peregrina para dar ese paso. Y es un hombre del aparato, es firme y su experiencia en las Cortes de Castilla y León yo creo que le ha consolidado.


¿Ha hablado con el presidente Juan Vicente Herrera desde el viernes pasado?

No, si yo con Herrera no hablé el viernes. No lo he hecho porque tengo muy claro que lo que hago es anunciar que no me presento. No estoy renunciando a nada en estos momentos. Si fuera así, por educación y por cortesía, tendría que llamar a muchas personas antes de que se enteraran por los medios de comunicación. Pero yo sinceramente lo que estoy haciendo, y con tiempo suficiente y cuando creo que lo tenía que hacer, después del presupuesto, del plan de carreteras, de que hemos pasado el periodo navideño y de que arranca el curso político, institucional y de ejecución de presupuestos, es anunciar que no me presento a las elecciones municipales ni a todas las demás.


¿Se lo comunicó entonces al presidente regional del PP, Alfonso Fernández Mañueco?

No, tampoco.